Vayamos por partes, la escultura resultaba 'molesta' para celebrar la fiesta más típica y popular de la isla, los carnavales. ¿Razones? Había personas ebrias que se subían por la forma de espiral ascendente que tenía la escultura y algunos caían. También se alega que había riesgo de desplome. La cuestión es que hace dos años, el ayuntamiento decidió transformar la obra cortándola.
Sin más.
Como era de esperar el artista que concibió una forma y un porqué en esa escultura, el célebre Chirino, reclamó que se repusiese la escultura tal y cómo él la concibió, basándose en la ley de 'derecho moral' que obliga al comprador a respetar la obra y no transformarla ni destruirla sin el permiso del autor.
Pero las normas y las leyes parece que el ayuntamiento no las conocía de manera que interpretaron que la obra era suya y podían hacer lo que les diera la gana con ella.
El pasado año 2010, el escultor consiguió que el pleno aprobará la restauración de la pieza y por supuesto pidiera disculpas al propio Chirino, pero no fue así.
Y ya cansado, Chirino llamó a la VEGAP, la cual ni corta ni perezosa demandó al ayuntamiento 500.000 € por daños morales.
Cómo el juicio lo tienen perdido el ayuntamiento en un principio pensó en arreglar el 'estropicio', sin dejar de escabullirse a la hora de esclarecer quien tuvo tan genial idea hace dos años. Pero las últimas noticias informan que el alcalde no piensa reparar la obra porque en tiempos de crisis hay cosas más importantes que hacer con el dinero.
Para cerrar la historia, anotar que cuando el ayuntamiento tenga que pagar a la VEGAP y a Chirino, este alcalde ya no estará puesto que ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones.
Menudo regalito le deja al próximo alcalde...
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