Si alguien pensaba que alguno de los 4 volúmenes que componen la saga de La Espada de Fuego, era de relleno, está muy equivocado. Está claro que esta tercera entrega titulada “El Sueño de los Dioses” dista de ser la mejor de la saga, pero tiene momentos impresionantes y nos sirve de preámbulo para el gran final que espero que se desarrolle en la última novela. No es el volumen más largo de la saga, de hecho es el más corto, pero en sus páginas comprobamos algo clave en la historia que ya se daba a entender desde hace tiempo, me refiero a qué son realmente los Dioses, y por qué el mundo que vemos en la novela es como es. No quiero spoilear sobre esto, pero me ha encantado que dos temas que me apasionan como son la fantasía y la ciencia ficción se hayan mezclado de una forma tan magistral en el universo creado por Javier Negrete.
Tras la impresionante batalla frente a los Aifolu, el destino de los protagonistas vuelve a separarse. Derguín se encuentra en Narak intentado recuperar la Espada de Fuego que le ha sido arrebatada. Mientras tanto, Kratos, el ahora líder de la horda roja se encuentra a leguas de distancia compaginando por una lado a la responsabilidad de dirigir un ejercito, un hijo rebelde y una mujer indomable, con la responsabilidad de salvar el mundo. Personajes aparentemente desaparecidos como Triane o Linar vuelven a tomar protagonismo y por si fuera poco, los Dioses han despertado (si es que alguna vez dejaron de estarlo) y reclaman su papel en la historia.
Como en anteriores entregas, el ritmo ágil y ameno que consigue Negrete hace que devore las páginas de sus novelas. Batallas, grandes diálogos y grandes personajes es lo que aquí nos encontramos. Ansioso estoy de terminar la saga y ver qué pasa finalmente con Kratos, con Dreguin, con Mika…. son tantos y tan buenos personajes…. y tantos hilos argumentales por cerrar…