Quizás ando mal de la mente, o quizás estoy muy obsecionada con la gorudra pero al leer la noticia de que la presentadora colombiana Lina Marulanda se suicidó saltándo de un sexto piso, miro su foto y todo lo que se me ocurre pensar es ¿por qué, si es delgada?
Según fuentes de amistades que han dado declaración a los periódicos, Lina estaba muy deprimida, especialmente porque se estaba divorciando de su esposo, con el que solo duró cuatro meses de casada.
Yo se que pasar por un divorcio es fuerte y deprimente (yo también soy divorciada) pero siempre he pensado que esas situaciones se llevan mejor cuando eres flaca. O sea,
cuando me separé de mi esposo, aparte del divorcio también pensaba "¿y ahora quién me va a hacer caso, gorda como estoy?" Se me hacía horrible tener que empezar de nuevo con una pareja cuando ya éste (mi ex) conocía mis virtudes y defectos.
Pero volviéndo a Lina Marulanda, ¿por qué una chica que es a todas luces de buen ver y se puede dar al tipo que le de la gana se deprime hasta llegar al suicidio?
Quizás es hora de revisar mis preoridades y darme cuenta de que ser delgada no lo es todo y que, contrario a lo que pienso, gordas y flacas sufrimos por igual.