Revista Psicología

El suicidio: un pacto de silencio

Por Blogsmtenerife
El suicidio: un pacto de silencio
Las cifras y la geografíaSegún los estudios de la Organización Mundial de la Salud, el hecho de que cada año UN MILLÓN de personas se quiten la vida (3.000 al día, 1 cada 30 segundos), sitúa al suicidio entre las cinco primeras causas de mortalidad en el mundo. Junto a estas impactantes cifras encontramos que el número de personas que realizan intentos fallidos de acabar con su propia vida se multiplica por veinte y que alrededor de unos seis millones de personas sufren el impacto de haber perdido a alguien querido de esta incomprensible y dolorosa manera.
Parece ser, según estimaciones de la OMS, que en los últimos 50 años las tasas de suicidio se han incrementado en un 60%, corriendo paralelo dicho aumento al desarrollo de las urbes y la educación y centrándose el mayor incremento en el grupo de edad de menores de cuarenta años.
Concretamente, en Europa mueren 58.000 personas cada año por suicidio -7000 más que por accidente de tráfico y muchas más que por otras causas de plena actualidad  como los homicidios, las guerras o la violencia de género - y, en particular, el suicidio juvenil ocupa uno de los primeros lugares entre causas de defunción, llegando a ser la segunda causa de muerte entre varones de 15 a 34 años.
En lo relativo al género, el suicidio de los hombres sigue triplicando al de las mujeres, y así se viene produciendo de forma histórica; la única excepción a esta regla la encontramos en China, donde el suicidio femenino es  superior al masculino (500 mujeres se suicidan diariamente en este país), en relación a la opresión y discriminación a que está sometido este colectivo.
En España, la tasa de suicidio entre hombres jóvenes de 15 a 24 años se ha multiplicado por cuatro y el suicidio femenino se ha convertido en la principal causa de muerte para las mujeres de 30 a 34 años.  Y es que, al menos 20.000 personas se han quitado la vida en nuestro país en los últimos 6 años, siempre con cifras anuales por encima de los 3000 fallecimientos (quince años atrás, el número de suicidios fue de 2599, observándose un preocupante ascenso de las muertes autoinflingidas que debería estar acompañado de una intensa reflexión y de una puesta en marcha de medidas preventivas y asistenciales).
Por lo que respecta a los patrones que rigen este lamentable fenómeno, el número de suicidios aumenta en situaciones de crisis sociopolítica, cuando se vive una recesión económica y cuando el desempleo es elevado, (indudablemente deberíamos de estar muy alertas ante el enorme riesgo que, de hecho, nuestra actual situación económica y socio-política trae añadido en cuanto a la posibilidad de que el número de sucidios siga elevándose). También se ve incrementado entre personas que viven solas y desciende entre quienes practican la religión musulmana o católica. Del mismo modo y como tendencia general, los países de clima templado arrojan cifras más bajas que los de clima frío (con excepción de Cuba).
La tasa media de suicidios en el mundo es de 16 personas por cada 100.000 habitantes. Las cifras más altas se dan en Europa del este y las más bajas en América Latina, los países musulmanes y en algunos países asiáticos. Los profesionales que más se suicidan son los médicos, duplicando la media de la población general, y dentro de este colectivo, los psiquiatras. En cuanto al suicidio infantil, entre 1979 y 1996 se suicidaron en estado Unidos 84 niños de entre 5 y 9 años y en España, en el año 2006, lo hicieron nueve niños de entre 10 y 14 años. 
Según la OMS (2008) la distribución del suicidio sería la siguiente (número de personas por cada 100.000 habitantes con una media de 16): -Lituania: 40 -Rusia: 34-Hungría: 26-Japón: 24 (30.000 personas por  año)-Finlandia: 20-Cuba: 18 -Suiza: 18-Francia: 17 (12000 personas al año, 1 cada 50 minutos)-Suecia 13-Alemania: 13-Canadá: 11-Estados Unidos: 11 (30.000 personas al año)-España: 8 ( 9 personas al día y 3.300 al año)-Italia: 7-Reino Unido: 7-Sudamérica 6,5 -Brasil: 4
La ReflexiónAnte esta demoledora avalancha de cifras la pregunta obvia que nos surge es la de por qué impera en nuestra sociedad una estrategia del silencio respecto a un problema de tamaña magnitud. Si la respuesta es que ocultando este fatídico fenómeno se pretende evitar una posible conducta imitativa, remito a los defensores de esta postura a las guías para los medios de comunicación de cómo gestionar esta tipo de información de la mejor manera posible ( no ofrecer información concreta sobre como llevar a cabo el suicidio, evitar el retrato sensacionalista de los hechos, no glorificar a la víctima ni subrayar solamente sus cualidades positivas, evitar la información excesiva sobre el suicidio y no insistir en cada caso concreto, etc...).  Pero no nos escudemos en el cobarde, hipócrita y reaccionario lema de que es mejor callar y ocultar esta y otras realidades, porque si callamos somos cómplices  y porque la sociedad tiene el derecho de ser informada.
La censura, la desinformación y la falta de recursos ofrecidos a la población no están justificados, a menos que nuestro propósito no sea otro que infantilizar a una sociedad donde reina el tabú y el auténtico pavor a mirar hacia adentro. Y es que el suicidio lo cuestiona todo, desde la desatención que sufren los que sufren hasta todas las injusticias imaginables y los sinsentidos sobre los que hemos edificado nuestra forma de vivir.
Por ello, siempre será mejor educar  al ser humano en la vida emocional y liberarle de la dictadura del desconocimiento de sí mismo. Y reconocer la soledad, el abuso físico o sexual, la carencia afectiva, el rechazo familiar, la ruina económica, la marginación, la falta de autoestima, la culpabilidad y muchos otros malestares y reveses de la vida, como puntos de mira de un sistema que vuelve la cabeza ante los problemas de salud mental  y las desigualdades que forjan el escenario en el que el suicidio va ocupando cada día un mayor espacio. Por mucho que nos empeñemos en negarlo como si nos fuese la vida en ello.
*Información  sobre el Día Mundial para la prevención del suicidio (10 de Septiembre): http://www.who.int/mediacentre/events/annual/world_suicide_prevention_day/es/index.html
*Fuente del artículo: La Mirada del suicida. Juan Carlos Pérez Jiménez.
Texto escrito por Esther Sanz Sánchez (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental).

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