Durante el Festival Marcapasos de la Facultad de Arte Danzario los espacios de la Universidad se transformaron para invitar al baile: talleres de salsa sucedieron a clases de coreografía para el ballet, y es que el evento exploró maneras diversas de asumir esa particular y maravillosa manera de expresión que es la danza. Bajo estas premisas llegó al ISA el profesor Jaime V. Moran, del Ballet de la Televisión Cubana, quien compartió con alumnos y maestros nociones sobre el tap-dance, en lo que fue una mañana llena de movimiento e historias.
¿Por qué traer el tap al ISA?
Esta clase responde a un interés de la Universidad de abrir una asignatura opcional dentro de la carrera de danza, con el objetivo de que profesores y alumnos se interesen por la práctica y enseñanza del tap, género que considero debe formar parte del plan de estudios de la Facultad.
Además, el tap está renaciendo en el mundo con toda una serie de fusiones, incluso se ha regresado sobre las primeras maneras en que se bailaba…
¿Cómo ha resultado el encuentro con los estudiantes?
La experiencia ha sido muy estimulante: existen personas muy preparadas en la escuela y muchas ganas de hacer cosas, y eso es fundamental. Quisiera que se repitiera este taller, porque me parece que a los alumnos les ha interesado esta forma de expresión danzaria.
Tengo entendido que su propuesta en la enseñanza del tap es novedosa…
Bueno, yo creo en hacer tap fusionando géneros, en este caso utilizando música cubana, incorporando los tambores batá, y todo lo que tenga que ver con la fusión en nuestra música… estoy tratando de crear un estilo a partir de esta idea.
Por último, ¿qué puede contarnos sobre el surgimiento del tap?
Los historiadores norteamericanos dicen que cuando el tap nació el ritmo tuvo sílabas y frases. Podría decir que cuando surgió por primera vez las personas fueron capaces de crear con su cuerpo sonoridades y ritmos para construir melodías. Para mí, de esta forma alivia los corazones de la gente.