Revista Espiritualidad

“El Tarot: El Yo detrás de una Carta”

Por Blogmejorvendedor

“El Tarot: El Yo detrás de una Carta”

Hace algunos años, un amigo me comentó acerca de una persona que veía las cartas del Tarot. Además, cobraba por ello. Al visualizarlo como una buena oportunidad comercial compré libros, un juego de cartas y me dispuse a aprender.

Siempre me han llamado la atención este tipo de temas, ya que en ellos opera un sistema, que, a mi parecer, es más importante de lo que creemos. El azar. El comportamiento del azar siempre ha merecido mi atención y también algunas horas de sueño.

La primera vez que me vi las cartas (hace años) quedé impactado de inmediato. Coincidencias puntuales, pero casi exactas y sólo a través de revolver las cartas en un sistema previamente fijado. Sentía que las cartas me querían decir algo. Una situación similar sería ir al casino de juegos y que tu primera jugada fuera un tremendo golpe de suerte.

Finalmente, más allá de verlo a amistades y algunos conocidos, mis cartas terminarían extraviándose, por lo que el tema terminó ahí.

Hoy, en mi ferviente sed de curiosidad decidí consultarlas nuevamente, por lo que me puse en contacto con una Tarotista y me puse manos a la obra. Les mentiría si les dijera que no tenía una curiosidad enorme, casi infantil. Sin embargo, comenzada la sesión de lectura de cartas, bastaron 15 minutos para que la Tarotista interrumpiera bruscamente la lectura. Me dijo que no podía seguirlas viendo. ¿La razón? Mi desconcierto. La lectura y sus resultados andaban lejos de la realidad. “Yo no soy su Tarotista, exclamó. Para qué hacerle perder tiempo y generar disconformidad”. Se negó a recibir dinero y me recomendó con otra persona. El mismo hecho de que uno mismo fuerce su “destino” (la posición en que dividí las cartas) me había jugado una mala pasada.

Aquí un ejemplo de una de las tantas versiones de las Cartas del Tarot. Observa los detalles que componen la situación.

Aquí un ejemplo de una de las tantas versiones de las Cartas del Tarot. Observa los detalles que componen la situación.

Un poco desilusionado con el hecho, busqué más personas. Una oficina cercana estaba completamente desierta. Peor. Recorrer algunas cuadras me hizo dar con una galería pequeña. La Tarotista estaba esperando a un cliente atrasado, así que decidió atenderme a mi mientras llegaba la otra persona. Pese a haber varias opciones en cuanto a precios, tomé la más completa (valor más alto).

La situación fue completamente distinta. Una persona empática, agradable y con 2 personas esperando revolvía en forma entusiasta las cartas.

Comenzamos. El panorama era bien distinto. Había una conexión entre la tarotista, las cartas y yo. Quise evitar un poco el efecto “horóscopo”, que es poner atención a las coincidencias y no a los desaciertos.

En casi 45 minutos, en los que además mezcló dos técnicas más, me sentí satisfecho en cuanto a mi encuentro con el “oráculo”.

¿Qué había pasado?, ¿Por qué tanta diferencia? Trataré de explicarlo. Aunque no estoy seguro del todo, la segunda tarotista aplicó la observación. Nuestra propia imagen por sí sola. Una persona observadora es capaz de leer bien todos los detalles, muy parecido a las gitanas cuando leen la suerte (columna columna escrita el año pasado). Podría decir, entonces, que esta aplicación de distintas técnicas, más la empatía fueron las que dejaron a este “cliente” satisfecho. Muchas veces y de seguro te habrás podido dar cuenta, no congeniamos con todas las personas. No hay feeling y por ende, menos comunicación.

Aún así, ¿Cómo unas cartas impresas pueden llegar a saber tanto de nosotros?

Esa es la importancia de las cartas del Tarot. Pareciera que conocen muy bien a toda la humanidad.

Lo que me gusta es esa capacidad que tienen para describirnos, para decirnos lo que nadie, o, simplemente, para recordarnos lo olvidado. Las cartas del Tarot han logrado reunir los factores de los que dependen los destinos de las personas. Una especie de radiografía de los principales ámbitos.

El Tarot es un medio informativo, orientador, de profundidad. Capaz de consagrar la seguridad o inseguridad  personal. Un puente entre el azar y uno mismo.

Uno de los libros que compré hace un tiempo hablaba que, si una persona condenada a cadena perpetua pudiera acceder al Tarot, sólo éste medio le bastaría para estar comunicado con el resto del mundo y del universo. Sabiduría, valores y la información oportuna en la toma de una decisión. Quizás éste es un factor bastante rescatable en la forma y relevancia que tiene la información de las opciones ante la respuesta a un desafío.

Por ello, es fundamental pararse ante un espejo para ver qué estamos transmitiendo. ¿Tratamos de aparentar lo que no somos?, ¿Por qué lo hacemos?.

Leer la Suerte en las Manos requiere de mucha observación y análisis de los pequeños detalles. Las manos también hablan por sí solas.

Leer la Suerte en las Manos requiere de mucha observación y análisis de los pequeños detalles. Las manos también hablan por sí solas.

Creo que en muchas ocasiones no manejamos información fidedigna de nosotros mismos. Desconocemos cómo actuaríamos en cierta ocasiones. No sabemos para qué somos buenos ni por qué queremos serlo. La comunicación, en este sentido, es parte esencial. Siempre necesaria de seguirse puliendo.

Quizás sería un buenejercicio hablar con dos personas. Una que te conozca y la otra no.¿Qué ven en ti?, ¿Qué imagen les proyectas?, ¿Qué cualidades y defectos les transmites?

Y si una tercera persona mostrara una foto tuya a un desconocido, ¿Cómo te transmitiría esa información?.

El Tarot está dividido en Arcanos Mayores y Menores. Si alguna vez puedes ver en detalle las imágenes de los Arcanos mayores, te darás cuenta de que el ejemplo es muy parecido al ejercicio propuesto un poco mas arriba. La imagen del arcano está compuesta de varias pequeñas situaciones que tratan de representar un estado y cómo se llegó a él.

Entonces se suman más misterios a mi curiosidad. ¿Quienes hicieron el Tarot?, ¿Cómo definieron sus nombres?, ¿Por qué en una cantidad y no en otra?, Quién decidió la interpretación original de cada carta?.

El Tarot también es sugestión. Por ello una persona altamente sugestionable es un objeto muy deseado por quienes manipulan estas fuerzas místicas del azar. En cambio, sugestionarse positivamente es bastante bueno. Te da una seguridad semejante a la del amuleto. Lo crees.

¿Has tenido tu propia experiencia? Comenta y cuéntame tu punto de vista.

Las Cartas del Tarot parecieran conocer muy bien a la humanidad.

Las Cartas del Tarot parecieran conocer muy bien a la humanidad.

Hay muchos misterios, pero también desconocimiento y falta de voluntad.

Hay muchos misterios, pero también desconocimiento y falta de voluntad.


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