De buena entradita la mañana, me disponía a bajar de mi atalaya para ir a trabajar, cargada como un burro con la bolsa del gimnasio, de la comida y el casco en el otro brazo y así empecé a descender las escaleras.
Primer tramo bien, como siempre, dejé de apoyarme en el trozo de la barandilla en que un desaprensivo dejó un chicle pegado por debajo, seguí bajando, segundo tramo también bien, como cada día me pregunto por qué nadie recoge el bastoncillo de las orejas que está ahí desde el primer día que me mudé, el tramo de las pelusas correnderas también lo superé con éxito pero tan sólo poner el pie en el siguiente tramo... ¡Patapum! Resvalé en el primer peldaño y ahí que fuimos yo y todos mis trastos escaleras abajo peldaño a peldaño hasta llegar al siguiente rellano. ¡Toc, toc, toc, toc!Tranquilos queridos lectores y fans en general, no tengo ningún hueso roto, solo tengo el pandero que parece un mapa mundi. Me clavé el casco en la cadera y llevo unas rascadas en el pompis que parece que Eduardo Manostijeras me haya dado un cachete en el culo. Por el resto, las cervicales ligeramente doloridas pero poco más. A la falta de sueño por cucarachas inoportunas, le debo sumar que mi posición natural de dormir es de lado y, claro, como es donde tengo los moratones pues hacer la croqueta en la cama para relajarme resulta verdaderamente dramático.El caso es que es una escalera viejuna y están muy desgastadas. Lo que ya no me parece tan normal es lo sucia que está. Inocente de mí, cuando me mudé pensaba que la señora de la limpieza quizás venía una vez al mes y justo ese estaba de vacaciones. ¡Alma de cántaro!Hace poco B, me comentó que con la de cosas que me pasan por qué no dejaba de escribir mi biografía para ir directamente a la película... Pues oigan, es una idea, eh. Si alguien conoce a algún director de cine o guionista... Normal? The film!Revista Tendencias
Bueno, bueno, bueno... parece que la rueda de mi mala racha no deja de girar. De los creadores de tengo una gotera en el baño, así que cada vez que llueve tengo que mear de lado, de los guionistas de las cucarachas no van solas por el mundo y vienen a joder tu intimidad y tus horas de sueño, llega la inesperada, genuina e increíble pero cierta, ¡ahí va la virgen que hostión me dao!