Revista En Femenino

El té, un ingrediente ideal de los productos de belleza

Por Farmaprecio

El té negro cicatriza heridas, el rojo quema las grasas, el verde es antioxidante y el blanco preserva la juventud de la piel. Unas propiedades casi mágicas que convierten al té en el ingrediente ideal de los productos de belleza.

Así, el té negro, que se fermenta durante hora y media (de ahí su color oscuro) y se seca con calor, pierde muchas de sus propiedades antioxidantes, mientras que el té verde, al tratarse con vapor (por eso la hoja permanece verde), no sufre apenas transformación en su composición química y mantiene los niveles de flavanoides (antioxidantes y antiinflamatorios) más altos. Por esta capacidad para calmar la piel inflamada y neutralizar los radicales libres, algunos laboratorios lo incluyen en su línea para pieles sensibles.

Por su parte, el té blanco se obtiene secando al sol los primeros brotes de las hojas del arbusto, que sólo se pueden recoger durante dos o tres días de primavera. Al no fermentarse, conserva concentrados sus polifenoles (otro de los antioxidantes más potentes) y esto lo convierte en un ingrediente tres veces más antioxidante que el té verde (equivale a doce vasos de zumo de naranja).

En cuanto al té rojo, surgió al tratar de alargar la “vida” del té verde con una maduración posterior (se almacena durante años como el vino) y esto no sólo lo hace más resistente que el verde sino que lo dota de nuevas propiedades adelgazantes. Beber un litro y medio al día acelera la pérdida de peso y reduce volumen (deshincha).


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