Después de más de 16 años estudiando el Universo infrarrojo, revelando nuevas maravillas en el Sistema Solar, nuestra galaxia y más allá, la misión del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA ha llegado a su fin.
Los ingenieros de la misión confirmaron a las 22:30 GMT del 30 de enero que la nave fue puesta en modo seguro, cesando todas sus operaciones científicas. Después de la confirmación del final de sus funciones, el director del proyecto Joseph Hunt declaró que la misión había terminado oficialmente.
Lanzado en 2003, el telescopio Spitzer fue uno de los cuatro “Grandes Observatorios” de la NASA, junto con el Telescopio Espacial Hubble, el Observatorio de rayos X Chandra y el Observatorio de rayos gamma Compton.
“Spitzer nos ha enseñado sobre aspectos completamente nuevos del cosmos y nos ha hecho avanzar muchos pasos en la comprensión de cómo funciona el Universo, abordado preguntas sobre nuestro origen, y si estamos solos o no”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador adjunto del Directorio de Misión Científica de la NASA. “Este Gran Observatorio también ha identificado algunas preguntas nuevas e importantes y prometedores objetos para un mayor estudio, mapeando un camino para futuras investigaciones de seguimiento. Su enorme impacto en la ciencia definitivamente perdurará mucho más allá del fin de su misión”.
Entre sus muchas contribuciones científicas, Spitzer estudió cometas y asteroides en el Sistema Solar y encontró un anillo previamente no identificado alrededor de Saturno. Estudió la formación de estrellas y planetas, la evolución de las galaxias desde el Universo antiguo hasta la actualidad, y la composición del polvo interestelar. También probó ser una poderosa herramienta para detectar exoplanetas y caracterizar sus atmósferas. El trabajo más reconocido del telescopio Spitzer puede ser su participación en la detección de siete planetas del tamaño de la Tierra en el sistema TRAPPIST-1 –el mayor número de planetas terrestres descubiertos alrededor de una única estrella– y la determinación de sus masas y densidades.
En 2016, tras una revisión de las misiones astrofísicas en operación, la NASA tomó la decisión de terminar la misión de Spitzer en 2018 anticipándose al lanzamiento del Telescopio Espacial James Webb, que también observará el Universo en infrarrojo. Cuando el lanzamiento de James Webb fue pospuesto, Spitzer obtuvo una extensión para continuar operando hasta este año. Esto le dio a Spitzer tiempo adicional para continuar produciendo ciencia, incluyendo información que servirá para allanar el camino para James Webb, cuyo lanzamiento está previsto para 2021.
Aunque no fue el primer telescopio espacial infrarrojo de la NASA, Spitzer fue el telescopio infrarrojo más sensible de la historia al momento de su lanzamiento y entregó una visión más profunda y lejana del cosmos en infrarrojo en comparación con sus predecesores. Sobre la atmósfera de la Tierra, Spitzer pudo detectar algunas longitudes de onda que no pueden ser observadas desde tierra. Su órbita lo ubicaba lejos de las emisiones infrarrojas de nuestro planeta, lo que también le dio a Spitzer una sensibilidad mayor a la que podría ser lograda por telescopios en tierra.
Fuente: NASA