La mayoría de personas que visitan Egipto, muy acertadamente, no se quedan tan sólo en El Cairo. Se trata de un país con costumbres, con esencia, con mucha historia y, para conocerla, hay que recorrerlo y vivirlo de cerca.
Uno de los tesoros que guarda Egipto es el Templo de Kom Ombo, situado en la ciudad homónima a orillas del Nilo. Fue construido entre 1350 y 180 c.C y es una parada casi obligatoria cuando uno realiza un crucero por el Nilo.
El Templo de Kom Ombo fue levantado, en principio,para honorar al dios Sobek, representado con cabeza de cocodrilo y cuerpo humano. Por aquel entonces los cocodrilos abundaban en esa zona del río, por lo que se cree que fueron divinizados. No obstante, se consideraba que representaban el mal por lo que decidió también dedicar el templo a su hermano el dios Horus.
A nuestros días el Templo de Kom Ombo ha llegadio medio derruido a causa del efecto y fuerza del agua, ya que se encuentra muy próximo al Nilo. No obstante, también existe una versión mitológica que narra la historia de que Sobek conspiraba contra Horus hasta que consiguió expulsarlo del pueblo. Los habitantes siguieron a Horus, por lo que el pueblo se quedó desierto. Ante esta situación, Sobek revivió a los muertos para que le ayudaran a sacar adelante la situación pero estos en vez de construir destruían.