Revista Deportes
La próxima semana se iniciará el segundo Grand Slam de la temporada, el Roland Garros en París, y en el mismo puede ser que Rafael Nadal pierda su número uno a favor de Novak Djokovic, cosa impensable hace un tiempo cuando el tenista español dominaba el tenis mundial sin nadie que le plantara cara.
Todo el mundo está asombrado con el juego del tenista croata, quien ha ganado ya cuatro finales este año al jugador manacorí, además de encadenar treinta y siete victorias consecutivas, cerca del récord de cuarenta y dos de otro mito del tenis, el estadounidense John McEnroe.
Es sorprendente el nivel físico que el croata ha adquirido últimamente, lo cual ha hecho levantar las sospechas de doping sobre el mismo. Un periodista de una cadena católica dejó entrever el otro día que se estaba estudiando al tenista y su entorno con una posible vinculación con tramas claras de dopaje. Es la única manera de poder comprender como en tan poco tiempo ha pasado a poder superar físicamente a un portento de la naturaleza como Nadal.
Además, es evidente que Djokovic posee el favor de la Federación Internacional de Tenis, quien no le ha perdonado a Nadal que en la final de la Copa Davis de 2008 que España ganó en Argentina, el jugador manacorí renunciara a estar presente y por tanto devaluara la Competición. Desde entonces ha dedicado una cruzada contra Nadal que no parará hasta ver al jugador fuera del número 1. Primero fue Federer, pero visto que el suizo no ha sido capaz de asumir el reto, el elegido ahora para destronar al manacorí ha sido Djokovic. Y no pararán hasta conseguirlo.
Desde la Federación Española de Tenis se está estudiando también una posible compra de partidos por parte del entorno del tenista croata, ya que se ha evidenciado que hay muchos jugadores que ofrecen un rendimiento deliberadamente inferior contra el croata que contra el español.
La misma Federación también está estudiando qué medidas legales puede adoptar ante las continuas burlas del jugador croata, quien públicamente ha imitado en tono despectivo a Rafa Nadal.
Y por último, la Comisión contra el Racismo está estudiando si en los gestos de Djokovic durante los partidos existen signos de racismo, ya que en la maniobra de ejecución de su saque extiende el brazo derecho a demasiada altura y mira al sol con excesiva firmeza.
Y por si aún les quedan dudas de que todo está orquestado contra Nadal y a favor de Djokovic, el manacorí debe ganar el Rolando Garros para no perder el número 1, mientras el croata, incluso perdiendo en primera ronda puede serlo siempre que Rafa no consiga la victoria final. Hay unas normas para Rafa y otras para el resto.
Pero a Rafa siempre le quedará ganar el título de máximo ganador de puntos, por supuesto, el título más importante de todo el ránking ATP.
Foto: www.sport.es