El tenkile (Dendrolagus scottae) es una especie de canguro arborícola endémica de las Montañas Torricelli, en el noroeste de Papúa Nueva Guinea. El mundo científico no tendría noticias de su existencia hasta finales de la década de los 80 del siglo XX, debido principalmente a la conjunción de dos factores: por un lado, el carácter inhóspito de los territorios que habita y por otro, el escaso número de efectivos que conforman sus poblaciones.
En 1985 el joven zoólogo australiano Tim Flannery viajó a Papúa Nueva Guinea con el fin de explorar algunos de los últimos bosques vírgenes del planeta en un intento por descubrir nuevas especies. Fue en la localidad de Wigotei donde Flannery sintió curiosidad por una garra oscura y de considerable tamaño portada por un nativo. Desde un primer momento y debido a sus peculiares características, el zoólogo australiano tuvo la intuición de estar ante una nueva especie, sobre todo tras escuchar testimonios de lugareños en los que mencionaban un tipo de canguro arborícola al que ellos conocían en su lengua como "tenkile".
Flannery regresaría tres años después a las Montañas Torricelli decidido a desentrañar el misterio. En su búsqueda por las espesas selvas era acompañado por el biólogo Lester Seri además de varios guías y cazadores oriundos de la zona a los que pagaba por ayudarle a encontrar animales. El 11 de Junio de 1988 la búsqueda del equipo liderado por Flannery obtendría una recompensa parcial, ya que encontrarían la piel y el cráneo de un individuo juvenil del canguro justo al oeste de la cima del Monte Sumoro, a casi 1.400 metros de altitud. Dichos restos servirían a la postre como materiales utilizados por Flannery y Seri para la descripción formal de la especie en 1990.
Un ejemplar de tenkile (fuente).
Como cabía esperar, Flannery no se conformó con el hallazgo. Ansiaba encontrar un ejemplar vivo del canguro, con lo que decidió aventurarse en territorios aún más remotos, llegando a sufrir la hostilidad de ciertos pueblos que no recibían hospitalariamente a los hombres blancos debido a malas experiencias previas con ellos. En noviembre de 1989 los cazadores locales capturaron una cría viva, pero esta murió en el traslado. Sin embargo, esta captura proporcionó al zoólogo australiano información muy valiosa: por un lado, confirmaba que la especie no se había extinguido durante los últimos años (cosa de la que Flannery llegó a dudar) y por otro lado, servía para acotar con mayor precisión el área de distribución del animal. En mayo de 1991, mientras Flannery trabajaba en Australia, su ayudante en la isla de Nueva Guinea consiguió atrapar tres ejemplares de tenkile y colocarles un emisor alrededor del cuello, liberándolos posteriormente con la idea de que serían fácilmente localizables. Flannery voló inmediatamente a Nueva Guinea pensando que por fin se iba a producir el tan ansiado encuentro con un tenkile vivo. Nada más lejos de la realidad. El emisor de uno de los animales dejó enseguida de emitir señales y los otros dos ejemplares fueron hallados sin vida en el bosque. Aquello hizo que el desánimo se apoderase de Flannery, se sentía agotado física y psicológicamente tras años sin conseguir un ejemplar vivo del canguro. Sin embargo, no mucho tiempo después, dos hombres de la tribu Wigotei llevaron hasta Flannery un joven ejemplar vivo de tenkile que había quedado huérfano después de que mataran a su madre. Por fin, tras unos siete años desde el comienzo de la búsqueda, el zoólogo australiano podía ver con sus propios ojos un individuo de la especie cuya existencia había intuido en 1985 y había descrito en 1990 basándose tan sólo en unos cuantos restos orgánicos.
Por desgracia, el joven tenkile no duró mucho tiempo en cautividad, pero sirvió como fuente de valiosa información sobre la especie.
El tenkile es el mamífero de mayor tamaño nativo de Melanesia. Su peso oscila alrededor de los 10 kg en promedio, siendo los machos ligeramente mayores. El color de su pelaje es entre marrón oscuro y negro. La constitución de su cuerpo es apta para desplazarse de árbol en árbol y saltar entre sus ramas. Su cola larga y flexible le permite moverse con gran agilidad en los niveles más altos de la selva. Las largas y poderosas garras (sobre todo las traseras) le ayudan a sujetarse con firmeza a las ramas y de esta manera escalar mejor el dosel vegetal.
Son animales diurnos. Según testimonios de los nativos antes era común encontrarlos en pequeños grupos, pero hoy en día es más frecuente ver a una madre con su cría o animales solitarios, seguramente debido al declive poblacional. Aunque son necesarios más datos acerca de su alimentación, se sabe que son principalmente herbívoros, alimentándose sobre todo de hojas de los árboles, helechos, enredaderas, raíces, tubérculos...etc. Se les puede encontrar buscando alimento tanto en los árboles como en el suelo de la selva. De hecho, pasan en el suelo una proporción del tiempo mayor que otros canguros arborícolas. No se conoce ningún depredador de la especie a excepción del ser humano. Las investigaciones sugieren que el tenkile se reproduce en casi cualquier época del año. Las hembras paren una cría de cada vez (probablemente a veces dos), con intervalos de doce meses entre una gestación y la siguiente. Al tratarse de un marsupial posee la característica bolsa en la que se desarrollan sus crías.
Un tenkile en su hábitat natural (fuente).
El tenkile está clasificado como especie en peligro crítico de extinción por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Las dos principales amenazas para el animal son la caza para alimentación humana y la pérdida de hábitat debido a la conversión de los bosques en tierras destinadas a la agricultura de subsistencia y el crecimiento regional de las poblaciones humanas. Estos factores provocaron que durante la década del 2000 el animal estuviese a punto de extinguirse: se sospecha que su número total no superaba los 100 individuos en la Cordillera Torricelli. No se tienen datos acerca de la situación por aquel entonces en la Cordillera Bewani, pero la presión humana en esta última nunca ha sido demasiado elevada.
En 2001 fue establecido un programa de conservación de la especie denominado Tenkile Conservation Alliance. Dicha estrategia se ha traducido en un freno al declive de la población que desde entonces está recuperándose.
El Tenkile Conservation Alliance incluye un acuerdo con 50 poblaciones de la zona para cesar la caza del animal, un programa de monitoreo de la abundancia y distribución de la especie y acuerdos colaborativos de investigación. Además, el gobierno de Papúa Nueva Guinea se ha comprometido a establecer un área protegida de aproximadamente 200.000 hectáreas dentro del rango de distribución del animal.
Para terminar, señalar que el apellido "scottae" le fue dado a la especie por parte de Flannery y Seri en honor a Winifred Scott, quien ayudó a financiar las expediciones para la búsqueda del animal. Por esta razón el tenkile también es conocido con el nombre de "canguro arborícola de Scott".
Más información sobre el tenkile:
https://www.iucnredlist.org/species/6435/21956375#geographic-range
https://tenkile.com/tenkile-tree-kangaroo-2/
https://animaldiversity.org/accounts/Dendrolagus_scottae/
https://www.iucn.org/news/oceania/202010/interview-tenkile-conservation-alliance
Charla de Jim Thomas sobre el Tenkile Conservation Alliance (en inglés)
Vídeo de introducción del Tenkile Conservation Alliance por David Attenborough
https://news.mongabay.com/2019/10/bouncing-back-the-recovery-of-the-tenkile-tree-kangaroo/
Artículo sobre el dingiso, otro canguro arborícola descubierto por Tim Flannery