Científicos estadounidenses han desarrollado una nueva prueba que permite diagnosticar deterioros neurológicos como el alzhéimer y el párkinson antes de que se manifiesten en la vida cotidiana.
El test tradicional, por su parte, se basaba solo en el tiempo que el paciente se demoraba en dibujar el reloj y su tamaño. De esta forma, un tiempo prolongado era indicativo de la posibilidad del desarrollo de una de estas enfermedades y un reloj de pequeño tamaño servía como evidencia del párkinson.
"Hemos podido extraer miles de rasgos del proceso de dibujo que dan pistas acerca del estado cognitivo de cada sujeto y nuestros algoritmos ayudan a determinar cuáles de ellos llevan a la predicción más fiable", explica uno de los líderes del equipo, William Souillard-Mandar. De acuerdo con el científico, la nueva herramienta es capaz de descifrar las partes dudosas de los dibujos que quedaban invisibles en pruebas analógicas.
Los científicos, por su parte, afirman que actualmente están trabajando en la variante de la prueba más sencilla de utilizar y que en el futuro cercano podría ser aplicada en centros médicos de todo el mundo.
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