El tétanos es una enfermedad aguda, provocada por una exotoxina del bacilo tetánico, que puede llegar a ser mortal. La bacteria produce esporas tetánicas que se encuentran en casi cualquier parte (polvo de la calle, metales oxidados) y desencadenan la infección al introducirse en el cuerpo a través de heridas, lesiones leves, inyecciones contaminadas, mordeduras de animales, etc.
El tétanos se caracteriza por producir contracciones musculares dolorosas en los músculos de la cara, del cuello y del tronco, además de espasmos generalizados. Aunque la enfermedad tiene una incidencia reducida, sobre todo en los países desarrollados, ya que está incluida en el calendario de vacunas infantiles junto a otras enfermedades como la varicela, la rubeola o el sarampión, su tasa de mortalidad es muy elevada, con casi un 40% de muertes sobre el total de casos. En el caso del tétanos neonatal, aquel que afecta a bebés recién nacidos, la letalidad es todavía más alta y alcanza aproximadamente el 80% de las infecciones.
Síntomas de tétanos
- Rigidez muscular en la mandíbula (trismo) y en el cuello.
- Dificultad para tragar.
- Rigidez en los músculos pectorales y pantorrillas.
- Fiebre y sudoración.
- Elevación de la presión arterial y ritmo cardíaco rápido.
- Espasmos frecuentes.
Clasificación del tétanos
Existen diferentes formas de tétanos en función de la intesidad de las contracciones (leve, moderado o grave), así como de la localización de la enfermedad, clasificándose en:
- Tétanos local: se presentan contracciones persistentes de los músculos que se encuentran en la misma zona de la lesión. Es una forma leve y poco frecuente de la enfermedad, que sólo en un 1% de los casos es mortal.
- Tétanos cefálico: en él están involucrados los nervios craneales, especialmente en el área facial. Es una forma rara de la enfermedad, que puede estar asociada con una otitis media.
- Tétanos generalizado: es el tipo más común de tétanos, que represeta un 80% de las infecciones.
- Tétanos neonatal: se da en recién nacidos que no son inmunes porque la madre no se ha vacunado. Normalmente la infección se produce al cortar el cordón umbilical con instrumentos contaminados, y su incidencia es común en los países en vías de desarrollo.
En caso de haber sufrido una herida, sobre todo si ha entrado en contacto con metales oxidados, se recomienda desinfectarla y acudir inmediatamente a un centro de salud para recibir el tratamiento correspondiente y, si es necesaria, la vacuna antitetánica.
Fuente | Wikipedia, Ministerio de Salud Chile
Foto | Michael Zimmer
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