Revista Ciencia

El texto en su contexto

Publicado el 09 febrero 2011 por Alchavida
Varios meses después de la publicación de Luz del mundo, y alejado de la nefasta polémica promovida en los media, me encuentro inmerso en una apacible lectura, degustando sin prisas las ideas que van discurriendo plácidamente por el cauce de la entrevista a Benedicto XVI. Dejo a continuación dos fragmentos del libro que pueden servirnos de muestra. El contexto lo conocemos: dolor profundo por los crímenes cometidos por algunos eclesiásticos, comprensión y ayuda a las víctimas, y un análisis del origen de estas lacras.
El Papa se pregunta: "¿qué pasa por la cabeza de alguien así cuando, por la mañana, se encamina hacia el altar y celebra el santo sacrificio? ¿Acude acaso a la confesión? ¿Qué dice en la confesión? ¿Qué consecuencias tiene esa confesión para él? Ella tendría que ser en realidad el gran instrumento que lo arrancara de nuevo de su estado y lo obligara a cambiar.Es un misterio que alguien que se ha consagrado a lo sagrado lo pierda tan completamente, y después, hasta pueda perder sus orígenes. Por lo menos en la ordenación sacerdotal debe haber tenido un anhelo por lo grande, por lo puro; de otro modo, no habría hecho esa elección".
Y un poco más adelante, una explicación: "a ello contribuyó la constelación espiritual de los años setenta, que se fue abriendo camino ya en los años cincuenta, En ese entonces se desarrolló especialmente la teoría de que la pedofilia debía considerarse como algo positivo, Sobre todo se sostuvo la tesis -que se introdujo también en la teología moral católica- de que no hay algo que sea malo en sí mismo, sino sólo cosas «relativamente» malas. Lo bueno y lo malo dependen, se decía, de las consecuencias. En un contexto semejante, en el que todo es relativo y lo malo en sí mismo no existe, sino sólo lo relativamente bueno y lo relativamente malo, las personas que tienen una inclinación hacia ese comportamiento se quedaron sin suelo bajo los pies, Por supuesto, la pedofilia es, en primer lugar, más bien una enfermedad, pero el hecho de que haya podido actuar y extenderse de ese modo ha tenido que ver también con una constelación intelectual por la que en la Iglesia se habían vuelto cuestionables las bases de la teología moral, el bien y el mal, El bien y el mal pasaron a ser intercambiables, ya no estaban más en clara contraposición".
Agradezco al periodista alemán estas palabras del Papa que, dentro de un profundo dolor, nos trasmiten ideas claras, muy alejadas del sensacionalismo estúpido al que estamos acostumbrados.

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