Las vivencias que cada persona tiene en su vida configuran su forma de ser, y nada es casual, en realidad todo siempre acaba ocurriendo por algo. Con la historia pasa lo mismo, todos los acontecimientos son solo el resultado de un cúmulo de circunstancias, cada paso y cada decisión configura el resultado.
Sobre esta idea se asientan los cimientos de la novela "el tiempo entre costuras". Las decisiones y los hechos que tienen lugar en la vida de la protagonista configuran su forma de ser, y de alguna manera, también contribuye a escribir un capítulo de la España de posguerra: las alianzas y las continuas ayudas entre Franco y la Alemania nazi.
Sira no es un personaje trascendente en la historia, no es ni de izquierdas ni de derechas,tan solo es una modista que se ve desamparada, arruinada y lejos de su patria por haberse dejado llevar por sus sentimientos. Sin embargo, haberse ido de España justo en el momento oportuno antes de la guerra civil, le da una oportunidad: puede volver a empezar y convertirse en una de las modistas más prestigiosas de Tetuán.
En su pequeño taller de costura empieza a recibir a extranjeras de vida ostentosa que viven ajenas a la guerra española y al conflicto europeo que está a punto de comenzar: alemanas, inglesas y judías ricas entre otras empiezan a desfilar por su nuevo negocio buscando prendas exclusivas para sus eventos y para su nueva vida en el exilio lejos de la decadente Europa. Entre y las idas y vueltas de sus clientas Sira conoce a una persona que le cambia la vida: Rosalinda Fox, una inglesa acomodada amante de Juan Luis Beigbeder, el que más tarde se convertirá durante el gobierno de Franco en ministro de Asuntos Exteriores.Esta mujer menuda, enferma de tuberculosis bovina, tuvo un papel fundamental durante la Segunda Guerra Mundial, ya que además de servir como espía para el servicio británico, influencia a Beigbeder en su etapa de ministro para que evite que España se una a Alemania durante en conflicto bélico.
La amistad de Rosalinda con Sira surge de forma casual pero es la pieza clave del desarrollo de la novela y gracias a ella la autora nos sumerge en el mundo de espionaje de la España de posguerra; un país en el que convivían la gente humilde que se moría de hambre,la que no paraba de llorar a sus muertos, los perdedores que vivían con el miedo aferrado a los huesos esperando el momento de su famoso "paseo"y los nazis y ricos afines al régimen que campaban a sus anchas de fiesta en fiesta en la "Nueva España".
La novela engancha desde la primera página, se aprenden muchas cosas a la vez que te entretienes, pero sobre todo sentimientos como la lealtad, la amistad y el amor, la red que nos salva del abismo de la vida, hacen que disfrutes de cada página .