Revista Deportes

El tiempo me da la razón

Publicado el 21 mayo 2012 por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC

Hace como unos tres años recibí un email que pudo suponer perfectamente un antes y un después en la historia del fútbol sevillano. Los investigadores que nosotros siempre consideramos serios y muy respetables en el Real Betis Balompié, nos invitaron a realizar un debate público en terreno bético.

Comuniqué la propuesta a mis compañeros y a la mayoría les pareció bien asistir, con la idea de que era posible contar la historia desde un punto de vista común. Aquello podría significar un punto de partida de algo importante en el futuro e iniciamos con ilusión los contactos pertinentes. De esta forma quedé con ellos en Dos Hermanas para preparar las condiciones y pactar lo conveniente del debate. El lugar era un sótano que más bien es un museo de objetos béticos y su dueño, Enrique, me acogió magníficamente.

Rápidamente llegamos a un acuerdo, serían tres ponentes por cada bando, los temas a tratar en este primer encuentro se basarían en los orígenes del fútbol sevillano y sería el primero de varios encuentros en el futuro. Invitaríamos a diez personas cada equipo y el debate sería grabado y reproducido posteriormente en Internet. El siguiente lo prepararíamos nosotros. La única duda sobre los ponentes fue que ellos pensaban  invitar a Manuel Carmona, historiador del centenario bético, ante lo que les dije que viendo sus antecedentes de inquina contra el Sevilla FC, si era conveniente invitarle en pos de asegurar el éxito de antemano, aunque yo no me opondría de ninguna de las maneras, pues estaríamos dispuestos a debatir de todos modos.

Ellos decidieron, visto el percal del personaje, no invitarle, por lo que se enfadó y arremetió contra todos los que allí estuvimos y provocó el debate virtual que pueden ver en el menú a su derecha que tanto nos divirtió, debo confesar, y que tanto añoramos.

En febrero de 2009 tuvo lugar por fin el debate, el periodista de ABC Roberto Arrocha se prestó amablemente a moderarlo,  y sucedió de principio a fin con toda la amabilidad y cortesía necesarias en estos casos, pero debatiendo con toda la profundidad de la que fuimos capaces.

El debate fue de la satisfacción de todos, las conclusiones quedaron más o menos claras y tras las fotos de rigor y comentarios posteriores, fuimos invitados a comer en un restaurante cercano, en un salón reservado en el que pudimos continuar con nuestras charlas. Debo destacar el señorío con el que fuimos tratados, con una iniciativa que además partió de ellos y de lo que quedamos absolutamente encantados y sobre todo ilusionados con vistas al futuro. La comida acabó con los vivas y hurras necesarios a los clubes sevillanos como es preceptivo en estos casos.

Siempre quedará en mi recuerdo y mi agradecimiento público queda rubricado en este escrito.

En lo sucesivo tras aquello y durante un tiempo, este blog que siempre fue duro con las tesis históricas béticas, moderó su contenido, midió las palabras en consecuencia y en pos de conseguir ahondar y profundizar en las relaciones, pues insisto, tan solo la historia veraz contada conjuntamente tendrá toda la credibilidad necesaria. Pero eso sí, nunca dejaríamos de contar nuestra visión de la historia y desmantelar sus mentiras.

Tras unos seis meses, creímos que llegó el momento de devolver la invitación, teníamos todo previsto y preparado con antelación,  enviamos la oportuna misiva para ello, pero la realidad fue que por una razón u otra, imagino que bien justificada,  desistieron aceptarla. Esto lo repetimos varias veces en fechas distintas, pero siempre nos encontramos con el no por respuesta.

Paralelamente a esto, tomé la decisión, con objeto de que las relaciones no se enfriasen y profundizar en la materia, de seguir hablando con ellos en su foro internauta.

Claramente me equivoqué.

Tras un tiempo en el que avanzábamos en determinadas cuestiones, apareció un personaje cuyo único objetivo era, dijese yo lo que dijese, acabar con aquellas relaciones, mofarse de mi persona y este blog y discutir sin ton ni son, ni conocimiento de ningún tipo lo que allí debatíamos. Además era claro, solo hablaba en ese foro del autor del presente blog, no le interesaban otros temas.

Me llamó la atención de que a pesar de que estaban en juego el futuro de estas relaciones, a pesar de las carcajadas del sujeto, de los insultos velados que tuve que soportar, a pesar de mis intentos por que aquello no se fuese a pique, tan solo se les ocurriese llamarle la atención cuando ya se pasaba tres pueblos. Aquel personaje terminaría por conseguir su objetivo ante la pasividad manifiesta de ellos, pues ante esa actitud tan solo procedía su expulsión o que yo me marchase.

Ocurrió lo segundo y muy enfadado por cierto. Una pena que las relaciones se hayan deteriorado tanto. Siempre me quedará la duda de quién es ese tipo que se cargó aquello consentidamente.

Hubo algún que otro intento por algún otro medio, pero ya era demasiado tarde. La Palangana Mecánica volvió por sus fueros, de donde nunca debió moverse dicho sea de paso, cuando nos invitaron este blog ya era así, no sé de qué se quejan. Solo tienen que demostrar que lo que dice y su contenido es mentira.

Con todo esto, siempre mantendremos una puerta abierta, pues con la intransigencia nunca se llegó a ningún sitio, pero eso sí, desde aquí no nos callamos y diremos las cosas tal y cual las entendemos.

El tipo ese todavía sigue por allí con su obsesión por La Palangana Mecánica y por su autor, como otros que me importan un bledo y de los que me rio a carcajadas, pero con la particularidad de que este tipejo acertó en el lugar y el momento justos, eso sí y subrayo esto, ante la misma y continuada pasividad de los demás ante un troll en toda regla. El tiempo me está dando la razón, lo mejor que pude hacer es largarme de allí.



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