El tomate

El tomate, cuyo origen se sitúa en América, es uno de los alimentos más comunes de la dieta europea, por la enorme variedad de posibilidades que ofrece para su elaboración y consumo. Está considerado una fruta-hortaliza, ya que contiene más azúcares simples que otras verduras, lo que le otorga su característico sabor ligeramente dulce.

Aunque podemos encontrar tomates durante todo el año, es sobre todo en los meses de verano cuando podemos disfrutar los tomates más sabrosos, que han madurado al sol, por eso no es de extrañar que sea el ingrediente principal de muchos platos veraniegos, como ensaladas y gazpachos.

Rico en fibra, minerales como potasio y fósforo, y vitaminas, el tomate es un alimento compuesto mayoritariamente por agua, con un bajo contenido calórico. Además, es una importante fuente de antioxidantes por su alto contenido en vitamina A, vitamina C y vitamina E, y carotenos como el licopeno, señalado en recientes investigaciones por su capacidad para prevenir enfermedades como el cáncer.

Otros beneficios del tomate son que aumenta la resistencia a las infecciones, es bueno para la vista debido a su alto contenido en vitamina A, ayuda a prevenir cardiopatías y la hipertensión, es diurético, e incluso puede utilizarse como antiinflamatorio y cicatrizante.

Por eso, es importante que los niños se acostumbren a consumir tomate, tanto crudo como cocinado. Si a tu hijo no le gusta el tomate, puedes probar a ofrecerle distintas variedades a modo de juego, como tomates cherry en ensalada, tomates rellenos, etc.

Fuente | Eroski Consumer, Euroresidentes

Foto | Merce

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