Revista Economía
El regreso de Mariano Rajoy de México, donde se ha celebrado una nueva cumbre del G-20, se anticipa cargado de las mentiras y tergiversaciones a las que ya nos tiene acostumbrados este Rey de la Falsedad Repetida Hasta la Náusea.
Y es que en México a Rajoy le han apretado las tuercas a fondo, un chaparrón que el tipo ha aguantado sin despegar los labios o acaso musitando como un siervo bien educado: lo que ustedes manden, oigan, que para eso estamos. Pero en cuanto se da la vuelta y tiene a mano los "medios amigos" españoles, el tipo sigue erre que erre, mintiendo y tergiversando cuanto puede, que es mucho. Que el G-20 apremia al gobierno español para que solicite en firme de una vez el rescate financiero, Rajoy le dice a los medios españoles que "el préstamo a la banca española" lo pedirán en su momento los propios bancos; que Angela Merkel le saca los colores en público pidiéndole "rapidez y claridad", él continúa en sus trece de cara a la galería mediática española: no hay tal rescate, he sido yo quien les ha "sacao" cien mil millones prácticamente gratis a los europeos, afirma ufano el antiguo registrador de la propiedad.
Todo para que en la foto de familia de la cumbre, a Rajoy le releguen no ya a la última fila de mandatarios, sino literalmente a la fila de las banderas. A este paso en la próxima cumbre seguro que le tapan con su querida bandera española monárquica. El ninguneo que ha sufrido el presidente español en el G-20 no se recordaba desde los tiempos en que Aznar era el hombre apestado de Europa por su fidelidad perruna a George Bush.
Por cierto ¿se han fijado ustedes en que desde que Mariano Rajoy es presidente, ya no estamos representados en las cumbres del G-8? ¿Recuerdan cuando el Partido Popular y la perrera mediática a su servicio hacían chistes acerca de que la silla de Zapatero en las reuniones del grupo de países más ricos del mundo se la había prestado Sarkozy? Pues ahora nos han quitado esa silla, y ellos callan como muertos. Menos mal que con el PP "España iba a recuperar su lugar en el mundo".
Y es que si con Aznar tuvimos como presidente a un personaje engreído y ridículo hasta el patetismo, ahora tenemos en ese puesto a un tonto cósmico, un verdadero tonto cum laude que vive en un mar de mentiras fabricadas a medida y al que no importa que la falsedad proferida hoy contradiga radicalmente la soltada ayer. Así por ejemplo, hasta el domingo pasado la culpa de la escalada constante y acelerada de la prima de riesgo española la tenía la situación de Grecia (!); pasadas las elecciones griegas, el nuevo mantra gubernamental es que en realidad la prima de riesgo no es tan importante como se dice. Peor todavía es que políticos y medios mundiales expliquen por activa y por pasiva que el rescate español es un préstamo directo al Estado español, y que por tanto lo pagaremos los contribuyentes españoles, y que este continúe afirmando impertérrito que "el préstamo" lo recibirá la banca directamente, por lo que el contribuyente ni lo notará. Y así hasta el infinito y más allá.
Los embustes de Rajoy recuerdan cada vez más no al Gobbels del nazismo triunfante que repetía mil veces una mentira para conseguir que se transformara en verdad aceptada, sino al Hitler al borde del suicidio que seguía fantaseando con armas secretas y divisiones mecanizadas inexistentes que le harían ganar la guerra en un abrir y cerrar de ojos, cuando la realidad era que las tropas enemigas estaban a las puertas de su búnker. La herencia de ambos promete ser similar: un país reducido a una montaña de escombros, materiales y morales.
En la imagen no trucada que ilustra el post, un gesto característico de Mariano Rajoy, captado durante un debate parlamentario de la pasada legislatura.