Hay personas marcadas por asuntos trágicos. Una de ellas fue el futbolista camerunés Valéry Mézague. Vivió de cerca la muerte de Marc-Vivien Foé y sufrió un accidente de tráfico que le cortó en seco su proyección futbolística. Hace hoy dos años, se suicidó en su casa de Toulon.
Nacido en Marsella en 1983, Valéry jugaba de centrocampista ofensivo y tenía un futuro muy prometedor. Con 20 años ya era internacional con Camerún y fue convocado para disputar la Copa Confederaciones de 2003. Ahí vivió su primer episodio trágico. En la semifinal que su equipo jugaba contra Colombia fue suplente. Mézague fue el futbolista que tuvo que sustituir a Foé cuando este cayó desplomado sobre el césped del estadio de Gerland.
Pocos días después del fallecimiento de su compatriota, el entonces futbolista del Monpellier HSC sufrió un grave accidente de circulación que, aparte de tenerlo varios días en coma, le impidió volver a jugar hasta diciembre de 2003. Al final de esa temporada fue traspasado al Portsmouth FC, con la esperanza de relanzar su carrera. Sin embargo, en la Premier League solo llegó a disputar once partidos y, volvió al final de esa campaña a su antiguo equipo.
Desde verano de 2005 hasta la fecha de su muerte, Mézague fue deambulando por varios equipos de Francia, Grecia e Inglaterra. Las secuelas derivadas del grave accidente de tráfico le impidieron rendir nuevamente al nivel que le llevó a ser internacional y un futbolista con un futuro esperanzador. Hace dos años decidió dejar de luchar y puso fin a su vida.
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