Un pizzaiolo romano tuvo un día una idea genial, unir el street food romano con la cocina más tradicional y sacar el resultado a la calle. Así inventó el trapizzino, una pizza blanca rellena con los más deliciosos platos de la tradición culinaria italiana: coda alla vaccinara, berenjenas a la parmesana, albóndigas en salsa, pollo a la cazadora o chocos con guisantes...
Inicialmente el trapizzino se vendía en una pequeña pizzería de Testaccio llamada 00100, tan pequeña que era casi un secreto que pasaba de boca en boca. Con el tiempo se ha hecho tan popular que ha llegado a varios rincones de la capital, como el concurrido Ponte Milvio o el famoso Trastevere.
Qué es el trapizzino
La palabra trapizzino nace de la combinación de las palabras tramezzino (sandwich en italiano) y pizza. De hecho, es una pizza blanca, preparada con levadura madre, de forma triangular como el tramezzino italiano y abierta en el centro. Cuesta 4€ y se puede elegir un relleno de entre varias opciones, algunas forman parte del menú base y otras van cambiando según la época.El trapizzino es una buenísima opción para almorzar entre una visita a un monumento y un paseo por el centro. Además de ser económico, delicioso, cómodo para ir comiendo por la calle (aunque también puedes sentarte a disfrutarlo si estás cansado), lo puedes encontrar en varios puntos del centro de Roma. Y, no menos importante, es una forma original de probar algunos de los platos tradicionales de la cocina romana e italiana, como la coda alla vaccinara, la trippa alla romana o la parmigiana di melanzane.
Mi recomendación: si te gustan las berenjenas, el trapizzino de parmigiana es una apuesta segura, está para morirse de bueno.
El creador del trapizzino lleva abiertos 6 puntos de venta en Roma, de los 10 a los que pretende llegar, todos ellos en zonas bastante céntricas y cómodas. En el siguiente mapa los tienes todos localizados, para que no te quedes sin probarlo :-)