Revista Salud y Bienestar
El tratamiento de la EPOC se centra,cada vez más,en características clínicas de los pacientes, además de en la gravedad de obstrucción al flujo aéreo
Por Fat
La principal novedad en el tratamiento de la EPOC es que, cada vez más, se está yendo hacia un tratamiento dirigido a las características clínicas de los pacientes. Esto contrasta con el abordaje tradicional de esta patología que, hasta ahora, se trataba según la gravedad de la obstrucción al flujo aéreo. El futuro del tratamiento es uno de los temas que se abordarán en la III Jornada Bienal Internacional de EPOC que, bajo el lema “Cambiando la historia natural de la enfermedad”, se celebrará el próximo 5 de noviembre en el Palacio de Congresos de Zaragoza con el patrocinio de AstraZeneca.
“Cada vez tenemos fármacos más eficaces y no todos son iguales ni actúan de la misma manera. Sabemos que hay pacientes que responden mejor a unos que a otros. Por eso, el tratamiento hay que dirigirlo no sólo por la gravedad de la obstrucción al flujo aéreo, sino también por las características clínicas del paciente siendo, una de ellas, la frecuencia de las exacerbaciones”, explica el Dr. Marc Miravitlles, neumólogo del Hospital Clínic de Barcelona. Como consecuencia, el hecho de tratar a los pacientes según sus características clínicas obliga a los especialistas a estudiar más a fondo el tipo de paciente en cada caso particular, sus síntomas, sus posibles comorbilidades, su evolución, etc.
El objetivo del tratamiento de la EPOC, una enfermedad que afecta a cerca de un 10% de los españoles mayores de 40 años, es evitar la progresión de la enfermedad –estabilizándola- y que los pacientes tengan la mejor calidad de vida posible. Para ello, concreta el Dr. Miravitlles, “el tratamiento persigue mejorar la capacidad pulmonar, así como los síntomas, y mejorar la tolerancia al ejercicio físico y evitar las agudizaciones, que se dan sobre todo en invierno”. Y es que, precisamente esta época es la peor del año para los enfermos de EPOC por dos razones: “La primera es por la temperatura fría propia del invierno, puesto que el aire frío reduce la capacidad defensiva del aparato respiratorio y, la segunda, porque coincide con epidemias virales, como la gripe, que causan agudizaciones por sí solas y facilitan, además, que posteriormente se produzca una infección bacteriana”, señala el Dr. Miravitlles.
-Revisión del tratamiento de la EPOC
El tratamiento de la EPOC se basa, siempre, en el establecimiento de unas medidas higiénico-dietéticas fundamentales. Entre ellas, “lo primero y más importante es dejar de fumar. Después, es clave seguir una alimentación adecuada teniendo en cuenta que tan malo es perder peso de forma indiscriminada como tener un exceso de peso, puesto que esos kilos de más hacen que los pacientes sean menos activos y que el volumen abdominal dificulte su respiración”. Dentro de las medidas no farmacológicas tampoco se debe descuidar el apartado del ejercicio físico –tal y como explica el Dr. Miravitlles- “ya sea como terapia física en un programa de rehabilitación o como un estilo de vida activo dentro de las posibilidades de cada uno, según su gravedad y su edad”.
Pero la EPOC no se puede abordar sólo con este tipo de recomendaciones, sino que el tratamiento farmacológico es fundamental. Dentro de este, el “estándar” se basa hoy en día en los inhaladores. “Estos son de dos tipos: broncodilatadores y antiinflamatorios (corticoides inhalados). Los broncodilatadores son el componente más importante puesto que abren las vías respiratorias, mejoran la ventilación, la salida del aire y hacen que el paciente pueda respirar mejor. Por su parte, los corticoides inhalados contribuyen a mejorar la calidad de vida y a reducir la frecuencia de estas agudizaciones”, comenta el Dr. Miravitlles.
Una de las principales ventajas de la que disponen, en la actualidad, tanto los médicos como los pacientes es la posibilidad de recibir en un solo dispositivo ambos tratamientos. Por ejemplo, disponemos de la combinación budesónida/formoterol en un único inhalador. Así, damos a los pacientes un broncodilatador y un antiinflamatorio juntos con lo que facilitamos el cumplimiento del tratamiento a la vez que mejoramos significativamente la ventilación”. El tratamiento con budesónida/formoterol está indicado para pacientes con EPOC grave y que tienen agudizaciones frecuentes.
Y es que, las agudizaciones son un caso aparte “porque, aunque somos capaces de reducirlas mucho, no somos capaces de eliminarlas al cien por cien. Entonces hay que intensificar el tratamiento dando más broncodilatadores para conseguir mejorar la respiración y, después, tratar la causa de base de la agudización para la que, en muchas ocasiones, se tienen que dar antibióticos al ser producidas por infecciones”, concluye el Dr. Miravitlles.
“Cada vez tenemos fármacos más eficaces y no todos son iguales ni actúan de la misma manera. Sabemos que hay pacientes que responden mejor a unos que a otros. Por eso, el tratamiento hay que dirigirlo no sólo por la gravedad de la obstrucción al flujo aéreo, sino también por las características clínicas del paciente siendo, una de ellas, la frecuencia de las exacerbaciones”, explica el Dr. Marc Miravitlles, neumólogo del Hospital Clínic de Barcelona. Como consecuencia, el hecho de tratar a los pacientes según sus características clínicas obliga a los especialistas a estudiar más a fondo el tipo de paciente en cada caso particular, sus síntomas, sus posibles comorbilidades, su evolución, etc.
El objetivo del tratamiento de la EPOC, una enfermedad que afecta a cerca de un 10% de los españoles mayores de 40 años, es evitar la progresión de la enfermedad –estabilizándola- y que los pacientes tengan la mejor calidad de vida posible. Para ello, concreta el Dr. Miravitlles, “el tratamiento persigue mejorar la capacidad pulmonar, así como los síntomas, y mejorar la tolerancia al ejercicio físico y evitar las agudizaciones, que se dan sobre todo en invierno”. Y es que, precisamente esta época es la peor del año para los enfermos de EPOC por dos razones: “La primera es por la temperatura fría propia del invierno, puesto que el aire frío reduce la capacidad defensiva del aparato respiratorio y, la segunda, porque coincide con epidemias virales, como la gripe, que causan agudizaciones por sí solas y facilitan, además, que posteriormente se produzca una infección bacteriana”, señala el Dr. Miravitlles.
-Revisión del tratamiento de la EPOC
El tratamiento de la EPOC se basa, siempre, en el establecimiento de unas medidas higiénico-dietéticas fundamentales. Entre ellas, “lo primero y más importante es dejar de fumar. Después, es clave seguir una alimentación adecuada teniendo en cuenta que tan malo es perder peso de forma indiscriminada como tener un exceso de peso, puesto que esos kilos de más hacen que los pacientes sean menos activos y que el volumen abdominal dificulte su respiración”. Dentro de las medidas no farmacológicas tampoco se debe descuidar el apartado del ejercicio físico –tal y como explica el Dr. Miravitlles- “ya sea como terapia física en un programa de rehabilitación o como un estilo de vida activo dentro de las posibilidades de cada uno, según su gravedad y su edad”.
Pero la EPOC no se puede abordar sólo con este tipo de recomendaciones, sino que el tratamiento farmacológico es fundamental. Dentro de este, el “estándar” se basa hoy en día en los inhaladores. “Estos son de dos tipos: broncodilatadores y antiinflamatorios (corticoides inhalados). Los broncodilatadores son el componente más importante puesto que abren las vías respiratorias, mejoran la ventilación, la salida del aire y hacen que el paciente pueda respirar mejor. Por su parte, los corticoides inhalados contribuyen a mejorar la calidad de vida y a reducir la frecuencia de estas agudizaciones”, comenta el Dr. Miravitlles.
Una de las principales ventajas de la que disponen, en la actualidad, tanto los médicos como los pacientes es la posibilidad de recibir en un solo dispositivo ambos tratamientos. Por ejemplo, disponemos de la combinación budesónida/formoterol en un único inhalador. Así, damos a los pacientes un broncodilatador y un antiinflamatorio juntos con lo que facilitamos el cumplimiento del tratamiento a la vez que mejoramos significativamente la ventilación”. El tratamiento con budesónida/formoterol está indicado para pacientes con EPOC grave y que tienen agudizaciones frecuentes.
Y es que, las agudizaciones son un caso aparte “porque, aunque somos capaces de reducirlas mucho, no somos capaces de eliminarlas al cien por cien. Entonces hay que intensificar el tratamiento dando más broncodilatadores para conseguir mejorar la respiración y, después, tratar la causa de base de la agudización para la que, en muchas ocasiones, se tienen que dar antibióticos al ser producidas por infecciones”, concluye el Dr. Miravitlles.
Sus últimos artículos
-
Hm hospitales recibe a tres nuevos médicos residentes que comienzan su formación postgrado en los centros del grupo
-
Finaliza el reclutamiento de pacientes para el ensayo fase III de tivantinib para el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico
-
Expertos debaten sobre las nuevas Guías ESC de Insuficiencia Cardiaca (IC) y el manejo del paciente con IC
-
Las Unidades de Manejo Integral de Pacientes con Insuficiencia Cardiaca reducen las visitas a Urgencias entre un 30-60% y los ingresos en un 40%