Ésta se divide en tres 'paseos':
- Del mercado al Triciclo, donde los ingredientes se sirven practicamente al natural, conservando su frescura y calidad.
- Un paseo en triciclo, en el cual encontramos platos con más elaboración como guisos de diversa índole, con cierto tinte tradicional.
- Un viaje en Triciclo, donde se despliegan una serie de creaciones en las que se emplean técnicas internacionales, ingredientes allende nuestras fronteras y mezclas que fusionan culturas gastronómicas.
La carta varía según las estaciones para adaptar los platos a los productos de temporada y ofrecer diferentes experiencias gastronómicas. (Pulsa aquí para consultar la carta en su página web)Para una persona celíaca, lo que más llamará la atención quizá sea que, a simple vista, casi todos los platos están realizados sin ingredientes que contengan gluten, lo cual se confirmará al preguntar al camarero, quien además en este local también es cocinero. Con ello se pretende ofrecer al comensal una información completa del plato que va a degustar: ingredientes, elaboración, sentido.Por eso, es muy satisfactorio preguntar por aquello que uno, siendo celíaco, puede comer o no, ya que, si bien la mayoría de los platos se pueden tomar, en aquellos que llevan pan, o algún otro ingrediente vetado, te ofrecen las posibilidades que hay para modificarlo con todo detalle. Tal vez sea de los pocos sitios en los que no he tenido por respuesta un 'espera que pregunto en cocina', lo cual no es malo, ni mucho menos, pero marca la diferencia.
Una peculiaridad de su carta es la cantidad de ración que puede pedirse: una ración, media o un tercio, (aunque no está disponible en todos los platos). Así cada comensal puede elaborar su propio menú personalizado: cuando vaya una persona sola, para degustar una cantidad más variada de platos o para evitar problemas de compatibilidades de gustos/intoleracias/alergias cuando se vaya en compañía, por ejemplo.
Gambas con shisho y mango / Pollo de corral con carabineros
Entre las sugerencias: las verduras de temporada (si gusta el sabor natural de las verduras); el steak tartar con huevas y huevo (que se sirve sobre una rebanada de pan, pero que se puede adaptar sin problemas para una persona celíaca); el pollo de corral con carabineros, un contraste que seguro animará a probar alguno de los arroces que ofrecen en El Triciclo los domingos; o las gambas con shisho y mango, un bocado muy recomendable en el que se mezclan sabores y culturas, que tendrá que ser adaptado si se es celíaco ya que el original se sirve con pasta filo. También dicen que los ravioli de rabo guisado son dignos de probar, pero ese plato se lo dejo mejor a los demás. En cuanto a los postres, la oferta es ideal si se quiere terminar con algo dulce, pero sin pesadez azucarada. Algunas de las opciones pasan por el queso idiazábal servido con manzanas y frutos secos o las frutas frescas con mojito.Una visita recomendada aunque tal vez sea difícil ya que, desde que abrieron, tienen el libro de reservas muy comprometido. Pero siempre se puede aprovechar algún día entre semana u optar por probar la cocina de El Triciclo en la barra del restaurante, si no se quiere esperar demasiado para catar sus propuestas culinarias.
El Triciclo
Calle Santa María, 28
Madrid
Metro Antón Martín
@Triciclo_Madrid