5 mayo, 2015 por Paco Deja un comentario
El TTIP, es ese tratado que se está negociando en secreto entre la UE y Estados Unidos para establecer una serie de normas sobre libre comercio comunes a ambos lados del Atlántico. Favorecer el intercambios comerciales y las transacciones entre ambas partes, establecer un marco legal que regule este nuevo mercado y que elimine las actuales trabas y diferencias de criterios que existen en determinados aspectos, tales como la regularización de los mercados laborales, criterios de salud pública y medioambientales entre otros tantos. Es decir, un cheque en blanco para las multinacionales.
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Del TTIP ya os hemos hablado: TTIP: una explicación sencilla sobre un tratado injusto, en dicha entrada tratamos de explicar, de manera sencilla, lo poco que se sabe sobre él y como nos va afectar como ciudadanos de píe. Y es que es cada vez más frecuente encontrarse con sectores que presentan una fuerte oposición critica, a ambos lados del Atlántico, contra dicho tratado, el cual se está vendiendo desde un principio por los gobiernos que lo negocian, en el más grande de los secretos, como un tratado que nos va a favorecer en varios aspectos clave: descenso del paro, aumento de sueldos y bajada de precios.
TTIP: una explicación sencilla sobre un tratado injustoY es que el TTIP no es otra cosa que un nuevo avance de las políticas neoliberales en el control de los mercados, un paso más en el orden establecido del capitalismo desregularizado, un documento que supone prácticamente proporcionar una barra libre para las empresas transnacionales, otorgándoles poder por encima de las legislaciones de los estados, quitando robustez al cuerpo de los estados y restándoles capacidad para regularizar los mercados y por ende, una consecuente pérdida de derechos civiles y sociales a los ciudadanos de a píe, y un abandono de las políticas conservacionistas en materia de política medio ambiental.
El #TTIP es un cheque en blanco para las multinacionales y perjudica a nuestra #ecologia #StopTTIP Click Para TwittearEn El Biocultural como blog de ecología nos planteamos hoy la tarea de explicar cómo va afectar el TTIP a nuestra ecología. Si por que esta, sin dudad se va ver fuertemente afectada si a finales de este año se lleva a cabo la firma del TTIP.
Actualmente existen aspectos de suma importancia que frenan la expansión de ciertas prácticas y productos con una fuerte implantación en Estados Unidos y que en la actualidad están determinando la geopolítica mundial. Por un lado destacamos tres sobre el resto, la gran oposición que encontramos por parte de la mayoría de estados miembros de la Unión Europea a la implantación en su territorio de los cultivos transgénicos, prácticas de extracción de gas y petróleo basados en la fractura hidráulica de esquistos (fracking) y la más importante, la lucha contra el Cambio Climático.
El #TTIP un tratado peligroso para los ciudadanos y la ecologíaCultivos transgénicos
De los cultivos transgénicos os hemos contado un montón de cosas en nuestro blog, pero resumiendo los principales problemas para nuestro medio ambiente recordamos:
- Incremento en el empleo de productos agrotóxicos químicos, con el consecuente impacto medioambiental, contaminación de otros cultivos y problemas de salud en la población.
- diseminar semillas en el medio natural que nunca se cruzarían con otras especies, lo cual provoca la aparición una serie de problemas con consecuencias imprevisibles como daños a la fauna del suelo, a insectos beneficiosos y la transmisión de sus genes a las plantas silvestres con las que están emparentadas, modificando la biodiversidad.
- El modelo de agricultura que fomentan (monocultivo intensivo) es del todo artificial e insostenible
- Otra serie de factores de carácter social, como son la absoluta dependencia de los agricultores de los laboratorios que producen dichos cultivos, que no se reproducen por si solos y son dependientes para su supervivencia de los agrotóxicos que también fabrican los mismos laboratorios que poseen y explotan las patentes de dichos cultivos modificados genéticamente.
En el conjunto de la Unión son muchos los estados miembros que han decidido no permitir el cultivo de transgénicos en sus territorios, a excepción de España y Portugal. Con las normas que amplían el libre comercio que vendrán firmadas en el TTIP, Monsanto, Syngenta, DuPont, Dow, Bayer, BASF, las principales multinacionales que se dedican al negocio transgénico, tendrían la puerta abierta para establecer zonas de cultivos con sus productos, ya que podrían denunciar en tribunales, creados para dicha finalidad, las políticas y trabas que los estados miembros actualmente establecen para impedir el cultivo de sus productos y el empleo de determinados agrotóxicos que fabrican los mismos laboratorios.
Estos tribunales obligaran a los estados miembros a acatar los acuerdos comerciales alcanzados e TTIP, acuerdos con un valor y vigencia por encima de las leyes locales de cada país, dígase constituciones, convenios… La OMC (Organización Mundial de Comercio, WTO en inglés), garante del cumplimiento de las leyes de libre comercio, tendría la competencia de poder establecer sanciones a los estados que no acaten las sentencias que se actúen en dichos tribunales, situación que ya ocurre en la actualidad, y que constituye una de las principales barreras para poder establecer unas políticas coherentes de lucha contra el Cambio Climático.
Fracking (Fractura Hidráulica)
El Fracking, sin duda una de las piedras angulares entorno a la que giran las actuales relaciones comerciales del sector energético y que condiciona la geopolítica actual.
De todos es sabido que la UE ha decidido no regular directamente la implantación de esta peligrosa técnica en su territorio, Simplemente se limita a dar una serie de normas orientativas para que los estados miembros que decidan apostar por este tipo de explotaciones sigan unos criterios medioambientales.
En este sentido la Unión Europea está bastante más dividida que en la cuestión de los cultivos transgénicos. Francia y Bulgaria ya lo han prohibido, Alemania ha hecho una moratoria y países como Gran Bretaña, Polonia y España se plantean el inicio de la explotación del gas de esquisto en breve, habiendo concedido licencias para iniciar los estudios previos a la explotación en determinadas regiones.
El principal productor mundial de gas mediante esta técnica es Estados Unidos. Es el país que más ha desarrollado esta técnica, contando con un sector industrial interno muy implantado, deseoso de exportar este tipo de tecnología al resto del mundo. ¿Si se firma el TTIP quien va impedir que el fracking llegue a nuestros paisajes?
Por recordar algunos aspectos negativos que presenta e fracking para nuestra Ecología y Medio Ambiente:
- Contaminación ambiental, afectando a la salud de las personas que viven cerca de los pozos de fractura hidráulica por intoxicación causada por productos y materiales empleados en el proceso de fracturación. Además existe un hermetismo por muchas compañías explotadoras a la hora de hacer público las sustancias reales utilizadas, sospechándose del empleo de benceno, que en humanos ocasiona cáncer.
- Daños materiales por deterioro del entorno y destrucción paisajística, Medio Ambiente y ecología de las zonas donde se opera así como contaminación acústica producida por el elevado volumen que adquieren los trabajos propios de la explotación.
- La técnica del Fracking requiere el empleo de grandes cantidades de agua. Esta agua se recupera y se depura. Puesto que al inyectarse a presión para fracturar la roca que atrapa las bolsas de gas, arrastra materiales altamente tóxicos, tanto del interior de los terrenos donde se perfora, como añadidos por las compañías para poder llevar a cabo la rotura de las capas de esquisto. Pero por mucho que se extraiga, nunca es el 100% del agua inyectada, quedando grandes cantidades del líquido tóxico en el interior de las rocas, pudiéndose filtrar a acuíferos. El agua que se recupera se depura, pero nunca llega a quedar libre de tóxicos completamente, con lo que estos quedan sobre la superficie del terreno, o se filtran a ríos, acuíferos e incluso al aire.
- Existe una vinculación entre el fracking y el aumento de la actividad sísmica en las zonas donde se practica.
Existe otro factor todavía más determinante para oponerse al TTIP, y este no es otro que el Cambio Climático.
Cambio Climático
La lucha contra el Cambio Climático se plantea desde varios frentes, todos ellos encaminados a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Uno de los puntos determinantes es la de plantear modelos sostenibles para las principales actividades socio-económicas de la sociedad. Entre ellos podemos destacar el apoyo y el desarrollo de modelos de agricultura ecológica en detrimento de la agricultura intensiva actual dominate, una de las principales actividades emisoras de CO2. Esto conlleva favorecer a los productores locales, evitar el transporte de las mercancías por todo el mundo es básico para reducir emisiones.
Pues estos dos aspectos chocan frontalmente con las actuales políticas de libre mercado, en las que la libre circulación de mercancías e igualar las condiciones de los proveedores locales con los de cualquier punto del mundo es una norma habitual y que se vería reafirmada con los acuerdos que recoge el TTIP. Es decir, los modelos productivos que emitan más gases de efecto invernadero pueden, de hecho lo están, verse favorecidos frente a los producen menos huella de carbono.
Y esto lo podemos aplicar a otros sectores económicos, como el de la energías renovables.
Esta situación nos lleva a la paradoja de que un país que decida apostar por las energías renovables, ara reducir emisiones y dependencia de los combustibles fósiles, no puede favorecer a suministradores locales frente a otros situados a miles de kilómetros. Es decir, las emisiones que nos ahorramos por un lado con la producción y consumo de energías verdes, as generemos en la producción de los equipos necesarios y su transporte.
Existen otras puntos referentes a la mayor legislación con la que cuenta Europa respecto a Estados Unidos en materia de políticas de conservación y protección de sus espacios naturales, que sin duda también se verán fuertemente afectadas por los acuerdos que se firmen en el TTIP. Y es que sin duda, si estas suponen una traba para la libre competencia y un freno para la producción y el comercio, estas se verán modificadas o anuladas por la supremacía de las leyes que se acuerden en el TTIP.
¿Aún hay alguien que piense que el TTIP va ser beneficioso a alguno de nosotros? Es un cheque en blanco para las multinacionales.
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