Revista Ciencia
El turismo ocupa un lugar privilegiado en la economнa mundial. Sуlo en 2010, el nъmero de viajeros alcanzу los 940 millones, cifra que supuso todo un rйcord. De estos viajeros, sуlo un 15% se desplazу por motivos laborales y el 51% eran turistas que viajaban por placer. El turista se ha convertido en un consumidor de productos preseleccionados por los grandes operadores internacionales. Esta oferta tan homogйnea conlleva unas consecuencias para el entorno de acogida y, si su desarrollo no se controla debidamente, es fuente de amenazas ecolуgicas y de problemas sociales.
26.11.2012, ladyverd.com
El impacto negativo del turismo sobre el medio ambiente estб relacionado con la necesidad de modificar el espacio para llevar a cabo construcciones e infraestructuras de transporte y alojamiento. De esta forma se altera el paisaje y el terreno perturbando la vida salvaje y erosionando el litoral hasta niveles crнticos en muchos paнses (Tъnez, India, Filipinas, etc.)
Fotografнa de Pep Cortйs El consumo de recursos, particularmente en zonas donde ya son escasos, resulta un problema grave. De esta forma, en los paнses del sur, los turistas utilizan una media de entre 7 y 10 veces mбs agua que la poblaciуn local. Como ejemplo, en Filipinas, el agua utilizada para mantener un campo de golf permitirнa abastecer las necesidades cotidianas de 15.000 habitantes de Manila o de 60.000 de zonas rurales.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta son los daсos que se causan a la naturaleza: contaminaciуn acъstica y luminosa e invasiуn de espacios salvajes, que forman un cуctel que altera el equilibrio de los ecosistemas llegando incluso a la aniquilaciуn de especies vulnerables de la flora y fauna del lugar. Por otro lado, los comportamientos o gestos individuales suponen tambiйn un impacto negativo sobre los ecosistemas: muchos turistas se llevan como УsouvenirФ una planta o un trozo de coral, con el consiguiente daсo sobre la naturaleza.
El turismo llega a ser un pez que se muerde la cola: la industria contribuye al deterioro y a su vez es vнctima de йl. A medida que el turismo se industrializa en las zonas mбs visitadas, los encantos de un lugar, aquello que formaba parte de su atracciуn, tienden a desaparecer. Ante esta pйrdida de encanto, los turistas vuelven a buscar destinos mбs УautйnticosФ y mejor УconservadosФ pero menos organizados para recibir de forma masiva a los viajeros. Esto lleva a repetir el mismo tipo de conductas y asн se cierra el cнrculo vicioso.
Lo peor, el transporte:
A escala global, el transporte representa el principal impacto medioambiental del turismo. En 2010, en todo el mundo, un 51% de los viajeros se desplazaron en aviуn, 41% por carretera, 6% en barco y 2% en tren. Teniendo en cuenta el nъmero de pasajeros y los kilуmetros recorridos, el transporte aйreo y el automуvil son los mбs contaminantes. En un intento de vender su producto y adecuarlo a una tendencia mбs verde, las compaснas aйreas llegaron a anunciar que viajar en aviуn era mбs ecolуgico que hacerlo en automуvil particular ya que sуlo consumнa de 3 a 3,5 litros de combustible cada 100 km por asiento. El problema es que raramente un aviуn viaja completo. Por otra parte, en este cбlculo engaсoso no se estбn teniendo en cuenta las emisiones de otros gases de efecto invernadero aparte del CO2, como tampoco se tiene en cuenta que el impacto del CO2 sobre el medioambiente se refuerza con la altitud a que se emite (forzante radiactivo). El automуvil es un medio de transporte contaminante pero, si este se ocupa con varias personas, se puede atenuar su impacto de forma importante.
El turista que quiera reducir su huella ecolуgica deberб utilizar la bicicleta, la marcha, el tren y, siempre que pueda, hacer turismo local.
Impacto social y econуmico:
En los paнses del sur, los impactos sociales negativos del desarrollo turнstico son mъltiples: desplazamiento de poblaciones debido a la construcciуn de infraestructuras, abusos laborales, trabajo mal pagado y poco cualificado, mercantilizaciуn de las culturas, aumento generalizado de los precios, exclusividad otorgada a los turistas en el acceso a diversos servicios y turismo sexual.
Sin embargo, el turismo puede ser un recurso formidable para aquellos paнses en desarrollo y para muchas poblaciones. Puede crear empleo y generar riqueza; puede permitir a aquellos paнses que no poseen recursos agrнcolas, mineros o industriales desarrollarse partiendo del aprovechamiento de sus riquezas naturales y patrimoniales. Lamentablemente, el funcionamiento del turismo de masas no permite todo esto. Los beneficios del turismo de masas van a parar, en su mayor parte, a los paнses ricos, sede de las multinacionales del sector, las cuales controlan todas las actividades econуmicas relacionadas (hostelerнa, transportes terrestres, logнstica, restauraciуn, ocio, etc.) En funciуn del tipo de turismo, los beneficios para los paнses visitados van de un 10% hasta un 40% como mбximo de la cifra de negocio.
Viajar de otra forma: ojo con el ecoblanqueo
Se pueden conciliar presupuesto y conservaciуn del medioambiente. Cada aсo surgen nuevas iniciativas y se desarrollan nuevos tipos de turismo, cуdigos de conducta y certificaciones destinadas a hacer frente a una demanda de otro tipo de condiciones y formas de negocio.
Como en todos los sectores y en todas las iniciativas de futuro, el consumidor debe prestar especial atenciуn y no fiarse de las descripciones sin exigir mбs detalles sobre las bondades del producto o servicio. El oportunismo es algo comъn y el turismo no va a ser menos. Ademбs, no existe una certificaciуn ъnica, por lo que las iniciativas que proponen un turismo diferente suelen ser muy variadas.
Segъn la Organizaciуn Mundial del Turismo, para garantizar el desarrollo sostenible del sector hay que lograr un equilibrio entre aspectos medioambientales, econуmicos y socioculturales. El turismo sostenible debe: explotar de forma уptima los recursos del medioambiente que constituyen un elemento clave del aprovechamiento turнstico, respetando los procesos ecolуgicos esenciales y colaborando en la conservaciуn de los recursos naturales y la biodiversidad; respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades de acogida contribuyendo a la tolerancia intercultural; garantizar una actividad econуmica viable a largo plazo ofreciendo a todas las partes implicadas las ventajas socioeconуmicas repartidas de forma justa, especialmente el empleo estable y los servicios sociales. El turismo responsable debe colaborar en la lucha contra la pobreza.
Fuente
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