Revista Terror
Nuestro tercer día en Sitges arranca de forma muy tranquila ante la ausencia de títulos que despertaran nuestro interés, aprovechando la mañana para tener algo de vida social y comer una buena fideua y un arroz negro con vistas al mar y en compañía de buenos amigos y de dos auténticos cracks como Joan y Xavi de Después de 1984, que sin duda están haciendo una de las mejores coberturas del festival que se pueden encontrar en toda la red.
Con el estómago lleno y tras recorrer las calles de Sitges nos toca activarnos cinematográficamente, y lo hacemos de la mejor manera posible; con la increíblemente sórdida Guilty of Romance del director japonés Sion Sono.
Izumi es la mujer de un escrito de éxito que vive en la mas terrible rutina con un marido que apenas le muestra signos de afecto. Para salir de esta monotonía decide ponerse a trabajar en un supermercado, aunque pronto le surgirá una nueva oferta, ser modelo de fotografía.
Antes de que se pueda dar cuenta su vida se ha sumergido en una espiral de sexo y degradación pasando de modelo a actriz pornográfica y acabando en el duro mundo de la prostitución.
Paralelamente a estos hechos, nos encontramos con una investigación policial que intenta esclarecer la aparición de miembros humanos pertenecientes a uno o varios cuerpos en una conocida zona de prostíbulos.
Con Guilty of Romance Sion Sono cierra su particular trilogía de la venganza formada por Love Exposure y Cold Fish, ofreciéndonos una película extremadamente sórdida, repleta de sexo y tortura psicológica, en la que destaca una fotografía repleta de colores y luces, y que se convierte en seria candidata a llevarse alguno de los premios importantes de esta edición del festival.
Decidimos cerrar el día con una propuesta que promete diversión y gamberrismo a raudales, la Killer Marató en la que nos proponemos a ver la cinta gore Inbred y el primer slasher israelí de la historia, Rabies.
La proyección comienza con retraso y tras una breve presentación por parte de Macarena Gómez (protagonista del corto La Ultima Victima), de los directores de Rabies y del simpático Alex Chandon (responsable de Inbred) nos disponemos a ver los dos cortos que abren la maratón.
Con los cortos no nos vamos a alargar en exceso y los vamos a definir con una palabra; El torturador = horrible, La Ultima Victima = aceptable.
En Inbred nos encontramos una divertida cinta repleta de gore artesanal y humor negro para dar y vender.
Un grupo de jóvenes problemáticos viaja a un remoto pueblo de Yorkshire en compañía de un par de trabajadores sociales, la idea de este viaje es que conozcan los valores de vivir apartados de la sociedad y consigan de esta manera mejorar su conducta.
Cuando llegan a su destino se encuentran un lugar habitado por unos pueblerinos que no han tenido mucho contacto con la sociedad actual y que podrían competir entre ellos para obtener el premio a paleto mas feo y tonto del pueblo.
Ese poco contacto que han tenido con los hombres de ciudad se nota a la hora de relacionarse con sus nuevos vecinos, pero a pesar de ello tienen preparado un “bonito” show en el que ellos serán los protagonistas.
Inbred es una cinta que encaja a la perfección con el espíritu de este tipo de maratones en las que los asistentes tienen ganas de aplaudir escenas de desmembramientos, explosiones y brutalidad extrema.
A continuación nos disponíamos a ver Rabies, pero al mirar el reloj nos llevamos la desagradable sorpresa de que ya eran las 04:00 de la mañana y decidimos retirarnos por hoy.