Nell Sweetzer (Ashley Bell) se encuentra aterrada y sola en la zona rural de Louisiana. De vuelta a la relativa seguridad de Nueva Orleans, Nell se da cuenta de que no puede recordar parte de lo sucedido en los meses anteriores en los que ella quedó como único superviviente de su familia. En pleno proceso para comenzar una nueva vida, la fuerza del mal por la que fue poseída está de vuelta con otros planes tan terribles que significan que el último exorcismo fue sólo el comienzo.
Calificación: 3,869.
Tráiler de la Película
Ficha:
Título Original: The Last Exorcism Part II.
Director: Ed Gass-Donnelly.
Guionistas: Damien Chazelle, Ed Gass-Donnelly.
Intérpretes: Ashley Bell, Julia Garner, Spencer Treat Clark, David Jensen, Tarra Riggs, Louis Herthum, Muse Watson, Erica Michelle, Sharice A. Williams, Boyana Balta, Joe Chrest, Raeden Greer, Judd Lormand, E. Roger Mitchell, Dane Rhodes, Ashlynn Ross, Andrew Sensenig, Diva Tyler, Marcellus Grace, Deacon John Moore, Gideon Hodge, Cristina Franco.
Productores: Marc Abraham, Thomas A. Bliss, Eric Newman, Eli Roth.
Fotografía: Brendan Steacy.
Música: Michael Wandmacher.
Montaje: Ed Gass-Donnelly.
Diseño de Producción: Patty Long.
Diseño de Vestuario: Abby O’Sullivan.
País: Estados Unidos.
Lugares de Rodaje: Nueva Orleans, Louisiana (Estados Unidos).
Fechas de Rodaje: De 19-03-2012 a 21-04-2012.
Año: 2013.
Duración: 88 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Drama, Suspense, Terror.
Estreno: 08-11-2013.
Distribuidora: Alfa Pictures, S. L. U.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Puntos Popularidad: 85.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica:
11-11-2013 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
El maligno Abalám
El común de los espectadores puede divertirse con “El último exorcismo: Parte 2″, a condición de no tomársela nada en serio. Se trata de la secuela de una franquicia terrorífica, orientada hacia el subgénero exorcista, firmada ahora por un ignoto director. De nuevo su protagonista es la joven encarnada por Ashley Bell, única superviviente de los fatales enfrentamientos con las fuerzas del Mal. Ahora reside en Nueva Orleans, en pleno ‘mardi grass’, festivo carnaval donde se las tendrá tiesas con el mismísimo Abalám, ser que en la nomenclatura satánica tiene la figura de un príncipe del infierno, perteneciente al séquito del rey Paymón.
A veces conserva el aspecto de una mujer coronada por una diadema de piedras preciosas, al tiempo que comanda doscientas legiones de ángeles rebeldes y de fuerzas infernales. Siniestra amenaza, mostrada en esta ocasión con toda la parafernalia digital propia del caso, en comunión con los ritos característicos de todo exorcismo que se precie, algo consustancial a este tipo de asuntos. Así, el actual ritual romano de exorcismos es aplicado sin ningún rigor en el título que hoy nos ocupa, incluida la bendición con la cruz a la persona atormentada, evocando el misterio de este árbol santo de vida, signo y estandarte de la redención.
Curiosamente, la promoción de la película invita la entrada libre a los sacerdotes para visionar el filme, en el supuesto de que pueda interesarles. Pero, desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, carece de entidad, porque sus imágenes se parecen demasiado a esas cortinas de plástico que se instalan en las duchas. Son imágenes que se complacen en los vapores y en las celosías que distraen una silueta entrevista. El realizador evita rasgarlas o descorrerlas para contemplar frente a frente a esa sombra esquiva, a ese ente espantoso, a esa figura diabólica, que tal vez sea la muerte.