La ley de medios de pago reguló la posibilidad de devolver los recibos que un proveedor nos haya cargado, incluso pasados meses del cargo en el banco. La ley pretendía evitar los abusos que podían producirse, sobre todo por parte de las compañías de telecomunicaciones y suministros, con los clientes privados. Sin embargo la ley abarca también las relaciones entre empresas, y en este ámbito se producen abusos.
Hoy mismo en una de las empresas en las que participo me han comunicado el caso de un cliente al que habían realizado un servicio de consultoría en diciembre pasado que acaba de devolverles un recibo de 6.000€ suponen que ateniéndose a la citada ley. No habían indicado que existiese ningún problema con la factura ni con el servicio. Suponen o se temen que la citada empresa tenga problemas de liquidez y haya acudido a la vergonzosa práctica de devolver los recibos como manera de recuperar fondos.
No hace falta decir que es una práctica vergonzosa, y que demuestra que la citada ley crea una incertidumbre financiera enorme. Nuestros legisladores deberían plantearse cambiarla cuanto antes. Limitando los plazos, excluyendo a las empresas o ampliando los requisitos para que la devolución sea posible.