El cannabis es, según la ONU, la sustancia ilegal más utilizada a nivel mundial. La regulación legal en cuanto a este varía en cada país, teniendo tanto defensores como detractores. Es sabido que el cannabis está vinculado al riesgo de padecer psicosis, pero un estudio longitudinal hecho en Nueva Zelanda encontró que también podría tener implicaciones en nuestro CI cuando es consumido con mucha frecuencia en la adolescencia. Sin embargo también hay cuestiones que se deben tener en cuenta con respecto a las conclusiones de este estudio, las cuales se presentan a continuación:
El uso intenso de marihuana es asociado con declive cognitivo en aproximadamente el 5% de los adolescentes, según un nuevo estudio, que sugiere que los consumidores más asiduos podrían perder 8 puntos de CI.
En el reporte, publicado en el Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de Ciencias) , el estudio, conducido en Nueva Zelanda, mostró que los adolescentes que empezaron a fumar marihuana antes de los 18 años y fueron diagnosticados como adictos al cannabis a los 38 años, experimentaron una disminución del CI en la adultez temprana. Pero los usuarios que empezaron a consumir después de los 18 años-incluso si lo hacían intensamente- no mostraron un declive significativo.
“El efecto del cannabis sobre el CI está en realidad confinado a usuarios adolescentes”, dijo la autora principal Madeline Meier, una investigadora postdoctoral en la Universidad de Duke, “Nuestra hipótesis es que vemos este declive en el CI en la adolescencia porque el cerebro de los adolescentes está todavía en desarrollo y si introduces cannabis, puede que interrumpa este proceso crítico del desarrollo.”
Los autores siguieron a 1037 niños nacidos en la ciudad de Dunedin, Nueva Zelanda en 1972 y 1973. Definieron el consumo adolescente como al menos consumo semanal antes de cumplir 18. Al mirar la relación entre el uso de marihuana y el CI, controlaron factores como años de escolarización, esquizofrenia y uso de alcohol y otras drogas que pudieran también tener un efecto en el CI. Mientras la educación debilitaba la relación, no la eliminaba.
Los investigadores también contaban con miembros de la familia y amigos de los participantes que confidencialmente los clasificaban en habilidades de memoria y atención y aquellos que habían perdido puntos de CI mostraron problemas en esas áreas. Meier nota que un declive de 8 puntos en el CI para algunos con inteligencia promedio (un puntaje de CI de 100; el percentil 50) movería a esa persona hasta el percentil 29. “Es bastante sustancia, pero depende desde donde se comienza,” dice ella. “Yo creo que este es el estudio más limpio que he leído” explorando los efectos a largo plazo del uso de marihuana, dijo la Dra. Nora Volkow, directora del National Institute on Drug Abuse (Instituto Nacional de Abuso de Drogas).
“La implicación general es que cuando se habla de marihuana, se tiene que tomar en cuenta la edad de inicio del consumo y lidiar con el desarrollo, el cerebro en crecimiento”, dice Meier.
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Sin embargo, no todos los expertos coinciden. “Científicamente, éstos son descubrimientos extremadamente preliminares,” advierte Carl Hart, profesor asociado de psicología en la Universidad de Columbia, quien ha estudiado los efectos cognitivos de la marihuana en humanos en el laboratorio y no estaba asociado a la investigación antes descrita.
Hart nota que porque sólo 38 personas en el estudio- alrededor del 8% de aquellos que alguna vez probaron marihuana- la usaban lo suficiente como para ser diagnosticados con dependencia durante muchos períodos de seguimiento, él es escéptico sobre cuán generalizables son los resultados. Dice que en sus estudios de personas que fumaron al menos tres veces a la semana, “cuando comparas los puntajes de estas personas con un baremo en una amplia gama de dominios incluyendo funciones ejecutivas, memoria y control inhibitorio, obtienen puntajes justo en el medio, en el percentil 50.”
El explica, “son normales cuando no están intoxicados. Nosotros los examinamos cuando no están intoxicados y cuando sí lo están. Cuando están intoxicados, hay enlentecimiento de ciertos actos cognitivos, pero su precisión no cambia”. El estudio de Nueva Zelanda, por ejemplo, no identificó si los participantes tienen trabajo o si son capaces de funcionar bien en sus familias, que serían importantes indicadores de si el declive en el CI tiene un impacto real en el mundo.
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También hay otros factores -como abuso infantil u otros traumas- que pueden llevar a las personas a buscar una vía de escape en el consumo frecuente de marihuana y que también pueden afectar al funcionamiento cerebral. Meier y sus colegas no examinaron estos factores pero dicen que es posible que dichos elementos pudieran explicar los resultados mejor que la marihuana en sí. Si la vinculación es real, los efectos en la cognición podrían ser dramáticos. Pero la inteligencia y la cognición son afectadas por plétora de otros factores, incluyendo influencias genética, social y ambiental que pueden reemplazar cualquier influencia del uso de drogas. A pesar del hecho de que el promedio en el inicio del uso de marihuana en Estados Unidos es a los 17 años y cerca del 7% de los estudiantes del último año de la escuela secundaria actualmente fuman marihuana todos los días, los puntajes de CI se han incrementado tremendamente a lo largo del tiempo en todos los países desarrollados, en años recientes. Muchos de esos mismos países también experimentaron un incremento masivo en el uso de marihuana desde los años ‘50 hasta hoy.
Fuente: healthland.time.com