La base de este proyecto Valletta City Gate consiste en revitalizar el espacio público que va al corazón de La Valeta. R, Piano y su equipo de trabajo tuvieron la gran tarea de equilibrar es deseo instintivo de preservar el patrimonio histórico importante en el sitio, con la necesidad de equipamientos urbanos públicos contemporáneos, que se apeguen a las necesidades de la ciudad contemporánea.
Se planteo reinstaurar las proporciones originales de la ciudad, del puente, el foso y la puerta de la ciudadela, para aprovechar los orígenes ricos de la ciudad como puerto fortificado y mejorar los flujos de peatones en el proceso.
Dada la sensibilidad de su contexto, el proyecto ha generado controversia inevitable desde su creación: Piano se encontró con la oposición vociferante de algunos lugareños cuando por primera vez dio a conocer sus planes en 2008. Su queja principal era el hecho de que se preservara todo lo patrimonial y que no se hicieran demasiadas intervenciones arquitectónicas y el carácter que estas tendrían.
El teatro al aire libre
Se conservaron muchos restos históricos, como las ruinas del teatro de la ópera original del Valetta (diseñado por Edward Middleton Barry en 1866), seriamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, que ahora están protegidos por una piel translúcida de vidrio. Sin embargo, las piedras pesadas de estas ruinas se complementan con una estructura de acero ligero más contemporáneo que enmarca un auditorio al aire libre. Piano lo describe como una “máquina de teatro.” Esto constituye la primera de varias yuxtaposiciones que ofrecen una estética moderna para el futuro de La Valeta, y a su vez se respeta la antigua trama urbana de esta ciudad.
El nuevo edificio del Parlamento
La característica sobresaliente es la fachada exterior del nuevo edificio del Parlamento, que encapsula la determinación de Piano de conjugar lo antiguo con las modernas técnicas de diseño de inspiración a lo largo del desarrollo. Se utiliza una piedra de color arena que coincide con la de los edificios de los alrededores; esto habla de la belleza idiosincrásica de La Valeta. Se diseña al nuevo edificio con una solidez poco común en este tipo de estructuras contemporáneas.
Sin embargo, la calidad atemporal de este material, desmiente su proceso de construcción contemporáneo, que se ha traducido en los detalles mas mínimos. Según Piano, la fachada de piedra “pixelada” fue esculpida utilizando una máquina de corte de precisión para perforar la fachada en puntos precisos, permitiendo que la luz natural y el viento puedan penetrar en el interior cuando sea necesario. La elevación resultante es un híbrido hipnotizante de materialidad robusta y de una sutil permeabilidad ofreciendo una estética que encaja cómodamente en su contexto antiguo. La propia “Puerta de Dingli” (puerta de la ciudad, construida originalmente en 1633) ha sido reconstruida con sus dimensiones originales.
A pesar de la controversia en torno a los orígenes del proyecto, R. Piano ha demostrado su capacidad de adaptarse a diversos desafíos contextuales, la creación de un complejo que adula una de las más complejos epicentros de la historia y el patrimonio de Europa.