Son conocidos como “Corales” un grupo polifilético de Animales pertenecientes a la Clase Anthozoa, incluida en el Filo Cnidaria. El rasgo más distintivo consiste en su conducta gregaria que genera arrecifes, a veces muy grandes, al formar esqueletos calcáreos que se acumulan durante cientos o miles de generaciones, prestando soporte a los pólipos vivos. Cabe destacar que todos los Anthozoa son exclusivamente marinos, presentan forma de pólipo e incluyen tanto Corales como Plumas de mar y Anémonas. En definitiva, la Clase Anthozoa consta de tres Subclases: Octocorallia o Alcyonaria, Hexacorallia, también llamada Zoantharia y Ceriantipatharia; entre las tres contienen catorce ordenes.
El primer espécimen que les presento corresponde al Género Diplotecnium, un miembro de la Subclase Hexacorallia caracterizada por presentar una curiosa cavidad gastrovascular subdividida en muchas cámaras por sarcoseptos. Diplotecnium sp. es un verdadero Coral, en sentido taxonómico y forma colonias cuyo esqueleto calcáreo adopta una característica forma de plato o disco horizontal fino que puede alcanzar un diámetro considerable.
Diplotecnium sp., del Cretácico medio.
A continuación les muestro un espécimen que suele causar asombro a quienes lo contemplan, sobre todo entre los observadores poco familiarizados con este grupo biológico. No es otra cosa que un Anthozoa Scleractinia de la Familia Montlivaltiidae; es Placosmilia sp., cuyo Género alberga al menos a cinco especies conocidas, todas ellas extintas. Estamos ante un Coral muy similar a las Anémonas marinas, aunque protegido por un exoesqueleto calcáreo duro; habitó los mares cálidos de todo el mundo a principios y mediados del periodo Cretácico sin constituir colonias ni arrecifes.
Placosmilia sp.
Gorgonacea jurásica indeterminada.
En las próximas fechas tendré el placer de presentarles nuevas piezas del registro fósil global haciendo referencia a algún otro grupo biológico, espero haber suscitado su interés y curiosidad.