Revista Cultura y Ocio
Editorial: ContemporaneaNº de paginas:160Autor: Ernest Hemingway (1899 Illinois-1961 Idaho)Extensa bibliografía sobre la que podemos leer por ejemplo aquí Un viejo pescador sueña con capturar un gran pez. Para ello se adentra cada día en el mar, buscando su ansiada presa.
Suele ir acompañado de un niño al que estima, que le ayuda en la faena de pescar. Los padres de este, en vista de que el viejo nunca consigue pescar nada, deciden no dejarle ir y debe seguir su intento deconseguir “el gran pez” solo.
Un día se echa a la mar y de pronto ve que esta picando el cebo. Es su pez soñado, grande, inmenso, tanto, que deberá casi literalmente remolcarlo en su bote para poderlo llevar a la costa. La lucha para conseguir atrapar el gran pez, le llevara a pasar varios días en alta mar, a merced de la naturaleza, acosado por los tiburones.
Extenuado y sin fuerzas, no se deja desfallecer y luchara con todas sus fuerzas por conseguir su objetivo.
Llegué a este libro-cuento gracias a un montón de opiniones escritas ensalzándolo. Las alusiones a él, como obra maestra me hicieron creer que iba a leer un libro memorable y pusieron mis expectativas muy, muy altas.
El viejo y el mar es un cuento tierno, con una temática moralizante, y unas cuantas frases bonitas y destacables.
Cuenta con un montón de ingredientes sentimentales, atrayentes, que hace que la narración, nos resulte cercana, agradable. Un protagonista entrañable, un escenario tan bucólico como el mar, un argumento con mensaje…
El autor posee la habilidad para transportarnos a alta mar, dejarnos tirados en un bote y sentirnos abandonados en la naturaleza, rodeados solo de agua, oyendo gaviotas y temiendo tiburones. Utiliza un lenguaje sencillo para trasmitir la historia del protagonista. El cuento, en esencia, resulta cómodo, bonito y tierno.
Por su temática, se convierte en una parábola. Nos habla de la soledad del ser humano y de sus objetivos, de la capacidad de superación y sufrimiento para conseguir lo que se propone. La necesidad de no desfallecer para lograr nuestras metas.
Lo dicho. El viejo y el mar es un cuento cómodo, bonito y tierno. Pero no he podido evitar esperarme más, mucho más.