Nos enterábamos no hace mucho durante el I Congreso Territorial del Noroeste Ibérico que cuatro denominaciones de origen, Vinhos Verdes, Vinhos do Douro e Porto, Monterrei y Bierzo pretenden asociarse para promocionar sus caldos por el mundo. Me parece bien toda intención de vender, pero en este mundo del vino español, atomizado en tropecientas denominaciones, pagos, vinos de la tierra y la madre que nos parió, seguimos sin definir una imagen unificada y fuerte con la que competir ante otras zonas pujantes del planeta. Digo yo que mejor todos a una y con calidad, que no cientos de pequeñas promociones de segundo y tercer nivel.
Nacho León, ese hombre perseverante, algo extravagante y reconocido demente, nos sorprendió con una excelente entrevista en Vinorama sobre sus vinos, Demencia y Pyjama. “El vino es la bebida del hombre libre” apuntaba en referencia a que no hay vino bueno ni malo, “Dicen que un buen vino sólo es bueno cuando te gusta”. Apunta el Sr. León que el Demencia siempre es bueno acompañarlo con una buena dosis de sensibilidad y que “no hay secreto debajo de nuestro Pyjama: es puro placer.”
La fiesta del Vino Nuevo de Prada en el Palacio de Canedo volvió a congregar a la crema del Bierzo. el periodista Óscar Campillo hizo los honores y todos pudimos probar el Maceración 2012, ese vino estilo Beaujolais Nouveau que sigue siendo una explosión frutal en boca, ideal para comenzar la ronda acompañado de una buena “Cecina del Bierzo”, como dicen nuestros amigos de Pajariel.
El espumoso también comienza su carrera navideña a la americana, bien pronto, justo pasado el Halloween. Se auguran buenas ventas, y el pronóstico parece basarse de nuevo en el “cariño” a Cataluña y sus productos derivado de las últimas intervenciones de su conseller, Artur Mas. Por un lado recordar que el cava no es exclusivo de Cataluña, también se produce en otras zonas del territorio español, incluido Castilla y León. Pero — saliendo por la tangente gallega — por el otro lado, que viva el espumoso Berciano, lo defenderemos a capa y espada… o como nuestros cofrades, a capa y botillo.
Termino con un sentimiento acogedor y berciano, celebrad un buen magosto rodeados de familia y/o amigos, con castañas de las de otoño, unos choricines y el mejor vino, que siempre es el de casa. En estos tiempos difíciles siempre es aconsejable disfrutar de este tipo de momentos.