Revista Historia

El volcán submarino Empédocles

Por Exprimehistorias

Este volcán ha traído de cabeza a varios países y ahora amenaza con desmoronarse y provocar un tsunami. Empédocles se llamó un filosofo griego del que contaremos su leyenda.

Frente a las costas de Sicilia hay un volcán submarino con la base más grande de Italia.  De ello informó un científico del  Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.

Antiguamente se creía que eran volcanes distintos. Esta estructura se ha llamado Empédocles. Este nombre se le ha puesto en honor al filosofo griego del mismo nombre.

Giovanni Lanzafame dirigió la investigación y aseguró que ‘Empedocles’ tiene al menos 400 metros de altura y mide mas que la de la Torre Eiffel. Su base tiene 30 kilómetros de largo y 25 de ancho.

Un eminente vulcanólogo italiano, Enzo Boschi, ha advertido que el volcán subacuático más alto de Europa podría desintegrarse y provocar un tsunami que se tragaría el sur de Italia, en cualquier momento.

Bajo la superficie el volcán se mantiene activo y podría entrar en erupción en cualquier momento. De producirse un tsunami, afectaría a las islas de Sicilia y Cerdeña.

“En este momento, no hay peligro inminente de una erupción”, según declaraciones de Lanzafame y otros científicos que señalaron que el volcán tiene varias fumarolas, grietas en la superficie de la tierra que emiten vapor y gases, muy parecidas a las del Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos. Pero que está en su mayor parte inactivo

Este hallazgo se hizo mientras se investigaba la isla volcánica sumergida de Ferdinandea, frente a la costa sur de Sicilia. Todo este tiempo se creía que era la cumbre de un pequeño volcán, pero Lanzafame confirmó que era parte de ‘Empedocles’.

La isla volcánica sumergida de Ferdinandea

El volcán submarino Empédocles

Según los registros que existen en la historia, las primeras erupciones submarinas que se conocen fueron durante la primera Guerra Púnica, entre el 264 y el 241 A.C. el volcán salió a la superficie de nuevo otras dos veces entre el siglo XVII y el siglo XIX.

Cuando emergió sobre el nivel del mar la Isla Ferdinandea , en 1831, el volcán se elevó hasta 65 metros sobre el nivel del mar, creando una isla de 4 km². Varios países pusieron su bandera en ella y tuvo varias disputas:

  • El profesor en geología de la Universidad de Berlín Karl Hoffman quien estaba casualmente de visita en Sicilia fue el primer ser humano en desembarcar en la recién aparecida ínsula.
  • Gran Bretaña que controlaba a la isla de Malta fue la primera nación que reivindicó la soberanía y la denomina “Isla Graham“, después de haber colocado su bandera en la isla el 2 de agosto de 1831.
  • El rey de las Dos Sicilias, Fernando II de Borbón, envió varios navíos y la llama “Isla Ferdinandea”.
  • El 29 de septiembre, un destacamento de Francia puso su bandera sobre la isla y la denominó “Isla Julia”.
  • España declara también sus derechos territoriales, sin ni siquiera desembarcar.

En diciembre de 1831, los navíos británicos no encontraron ningún rastro de la isla una vez se relajaron las tensiones sísmicas, el volcán volvió a descender bajo la superficie, eliminando a su vez las tensiones diplomáticas que había generado.

Al estar compuesta de sedimento volcánico suelto, llamado tefra, fue erosionada fácilmente por acción de las olas, y luego del fin de su episodio eruptivo desapareció bajo el mar en diciembre de ese mismo año, antes que el problema de su soberanía fuera resuelto.

Nuevas erupciones en 1863 causaron una breve reaparición de la isla, que nuevamente se hundió bajo el mar. Ahora Ferdinandea se encuentra a casi siete metros bajo la superficie del mar.

Después de una última erupción en 1863, no se habló del volcán durante más de un siglo. En 1925, su cima descendió hasta los 25 m bajo el nivel del mar. En los años 1980, un avión estadounidense bombardeó el volcán al tomarlo por un submarino libio.

En 2002, un aumento de la actividad sísmica en la zona de Ferdinandea condujo a los vulcanólogos a especular sobre una eventual erupción y una reaparición de la isla. La cima del volcán en 1999 estaba a 8 metros bajo el nivel del mar, y en el 2002 a 5 metros. En 2006 a 7 metros.

Buceadores italianos colocaron una bandera y una placa de piedra con el texto «L’isola Ferdinandea era e resta dei Siciliani» (La isla Ferdinandea era y queda de los sicilianos) sobre la cima del volcán, pero la bandera y la placa fueron encontradas más tarde rotas.

Actualmente no se registra ninguna actividad volcánica y la cima sigue a 6 metros bajo el nivel del mar constituyendo un banco submarino que es llamado en la cartografía internacional más difundida Banco Graham 24 millas náuticas al noreste de Pantelaria.

Mientras existió la isla, recibió la visita de numerosos científicos de diferentes países. Entre esas visitas la de Walter Scott; e inspira a varios escritores entre ellos a James Fenimore Cooper «El cráter», Alejandro Dumas «Le Spéronare» o Julio Verne «Las grandiosas aventuras del maestro Antifer», «El Canciller» y “Los Hijos del Capitán Grant”.

Empédocles y su leyenda

Fue un filósofo, poeta, dirigente político, mago y profeta griego que nombró los cuatro elementos clásicos:

El volcán submarino Empédocles

  • aire
  • tierra 
  • fuego 
  • agua.

Cada uno de estos elementos es eterno e imperecedero, pero al mezclarse entre sí dan lugar a la diversidad de seres y cambios que se observan en el mundo.

Fue ideólogo de la democracia esclavista. En su poema filosófico «De la Naturaleza», reduce toda la diversidad de las cosas a cuatro «raíces»: tierra, agua, aire y fuego. Esta es la teoría sobre los cuatro elementos.

Empédocles explicaba la unión y separación de los elementos por la acción de dos fuerzas opuestas:

La de atracción y la de repulsión (la «amistad» y la «enemistad»).

El predominio de una fuerza u otra explica los diferentes estadios en el desarrollo del universo.

Nació en Agrigento (actual Sicilia), en el año 484 A.C y falleció en el año 424 A.C., en Peloponeso, por el destierro y que decidió pasarlo en ese lugar, aunque, la leyenda señala que en realidad este hombre al que muchos supieron ver como un mago, un profeta, el responsable de milagros y como el revelador de verdades y misterios ocultos, se habría arrojado al volcán Etna con el objetivo de tener un final digno de la divinidad de la que era poseedor.

Se ocupó especialmente por cultivar los conocimientos y por empezar a responder algunas de las preguntas que venía haciéndose el hombre respecto del universo, su existencia y el cambio, entre otras cuestiones.

Teoría de las cuatro raíces

Aristóteles más tarde las llamó elementos, juntando el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes las cuales se mezclan en los distintos entes sobre la tierra.

Estas raíces están sometidas a dos fuerzas, que pretenden explicar el movimiento (generación y corrupción) en el mundo: el Amor, que las une, y el Odio, que las separa.

Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres del mundo. El hombre es también un compuesto de los cuatro elementos. Posteriormente Demócrito postularía que estos elementos están hechos de átomos.

Astronomía

Identificó que la luz de la Luna no era luz propia sino reflejada, y creía lo mismo del Sol. También consideró que el tierra era una esfera aunque esto parece estar más relacionado con su cosmología según la cual esta esfera que representaba el mundo material, se llenaba y vaciaba de amor o lucha.

Escribió el Tratado sobre la medicina, el Proemio a Apolo, sobre la naturaleza de los que sólo se conservan unos 450 versos de los 5.000 de que constaba la obra, y Las Purificaciones, de argumento místico e inspirado en el orfismo. Escribió sus obras en forma de poemas. Se cree que fue un filosofo de gran relevancia entre los Egipcios.

Empédocles dedicó gran interés a la observación de la naturaleza (botánica, zoología y fisiología), y expuso originales concepciones sobre la evolución de los organismos vivos o la circulación de la sangre.

Estableció la sede del pensamiento en el corazón, tesis acogida durante mucho tiempo por la medicina. Esta doctrina de la evolución y transformación de todos los seres le da pie para la teoría de la metempsícosis:

Los seres expían sus delitos a través de una serie de reencarnaciones. “Yo he sido ya, anteriormente, muchacho y muchacha, arbusto, pájaro y pez habitante del mar”. Solamente los hombres que logren purificarse podrán escapar por completo del círculo de los nacimientos y volver a morar entre los dioses.

La leyenda dice que el filósofo murió arrojándose al Monte Etna, el más famoso volcán siciliano, aunque también se cuentan otras versiones:

Parece ser que Empédocles se arrojó a las entrañas del volcán Etna para de esta forma ser venerado como un dios por sus conciudadanos después de haber realizado una curación milagrosa, había devuelto la vida a Pantea.

Otra de las versiones, es que se arrojó al Etna con el objeto de ver un volcán por dentro, ya que nadie había sido capaz de haberlo visto.

También cuenta la tradición que tras haber salvado a los selinuncios de un brote de peste mezclando el agua de dos ríos y habiendo sido adorado por sus conciudadanos se arrojó al fuego.

Una última versión asegura que se retiró al Peloponeso donde encontraría la muerte.

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