Elección de hosting y dominio de internet, para profesionales de la programación y del desarrollo web

Cuando de contratar los servicios de un abogado o médico se trata ¿realmente buscas siempre al profesional más barato o buscas al mejor?

Al final lo que deseas es solucionar un problema y eso sólo lo hará el mejor profesional.

Porqué entonces cuándo de contratar los servicios básicos para montar tu sitio web, que puede convertirse en tu negocio, como dominio, hosting y servicios profesionales relacionados algunos usuarios optan por elegir precio sobre calidad.

Vaya ¿rentarías un local comercial cuyos cimientos pudieran caerse después de unos meses?

La respuesta debería ser no, sin importar la situación y por más barato que te fuera ofrecido.

Y las analogías para representar la situación son de lo más variadas.

Los mejores cimientos para la creación de tu sitio web

El primer paso es el nombre, al igual que cuando llega un nuevo integrante a tu familia o cuando piensas en formalizar tu primer negocio.

En el escenario online el dominio web es el nombre único que servirá para identificar a tu sitio de internet. Deberá ser un término o frase corta, memorizable y fácil de pronunciar.

Cuando desarrollas sitios web la parte técnica es muy importante, pero sólo es una parte del desarrollo en su conjunto, también te toca ser creativo y comercial. Y es que el sitio web con las mejores funciones del mercado, que nadie visita, no dejará de ser un cementerio digital, hermoso, pero cementerio al fin.

Un dominio web, al igual que los elementos que lo acompañas se convierten en activos, que incrementan su valor de mercado de manera proporcional al crecimiento y posicionamiento de tu sitio web.

Lo siguiente que necesitas es un hosting confiable, ya que el posterior éxito o fracaso de tu sitio depende en gran medida de la calidad de este servicio.

La oferta es abundante y es por ello indispensable conocer las necesidades actuales y futuras, objetivos y alcance del sitio web que estás por lanzar.

En la mente del cliente el lanzamiento de un sitio web luce como la apertura de un local en una gran plaza comercial y va en aumento, la realidad es… un poco diferente.

En este punto hay que tener claro que no requiere los mismos recursos un sitio personal básico que una plataforma de comercio electrónico. Las necesidades, el objetivo y el alcance son distintos en cada caso.

Un hosting barato puede ser suficiente para el primer caso, para el segundo necesitas forzosamente calidad sobre precio.

Después entramos al caso de la especialización, WordPress es el CMS más popular a nivel mundial, muchos de los sitios internacionales más populares lo usan, la curva de aprendizaje del sistema es mínima y cuenta con el respaldo de una comunidad gracias a la cual se actualiza de manera constante, sin contar con el alto nivel de personalización que permite.

En este caso un hosting genérico podría bastar, aunque un hosting WordPress o con características específicas para la instalación, administración y actualización de este sistema gestor de contenidos es sin duda la mejor opción.

Entre los factores que deberías tomar en cuenta para la correcta elección de hosting se encuentran más no se limitan a:

• Cantidad real de tráfico de datos. Cuando se mencione la palabra ilimitado pregunta a soporte cuál es la cantidad real que te ofrecerán, ya que existen clausulas de uso justo que, a medida que el sitio web que desarrollas crece, podrían ir limitando la cantidad de recursos lo cuál incide directamente en la experiencia del usuario.
• Certificado de seguridad incluido. Desde hace ya algún tiempo, navegadores como Google Chrome marcan como sitios No seguros aquellos que no incluyen un certificado de seguridad. Los mejores servicios de hosting ya lo ofrecen de manera gratuita como parte de la contratación de sus servicios.
• Copias de seguridad. Claro, este punto debería correr de manera lógica por cuenta del usuario pero si desarrollas para un cliente y a menos que seas tú quién ofrezca el servicio de mantenimiento, sabemos que él no lo va a hacer. En ese caso, que el proveedor de hosting lo incluya como una de sus características siempre es algo que se agradece.
• Garantía de reembolso. Es de sabios equivocarse y también cambiar de opinión. Desafortunadamente existen servicios de hosting que una vez contratado es poco menos que imposible cancelar el servicio. Un tiempo adecuado para probar la calidad del servicio debe rondar los 30 días de base.

Sé crítico y desconfía de los que te ofrecen lo imposible

En cuestiones de negocios ser crítico es lo mejor.

Aléjate de aquellos servicios que te ofrecen de antemano cosas que no se podrán cumplir.

Un claro ejemplo es el uptime, es decir el tiempo que el sitio web estará disponible para los usuarios que lo visiten en un período determinado. Existen quienes se aventuran a prometer un 100% cuando es demasiado complejo alcanzar ese porcentaje.

La razón es que todos los servidores requieren mantenimiento y durante ese tiempo las páginas web que alojan quedan fuera de servicio.

Es una cuestión de lógica que no siempre aplicamos, en especial cuando de comprar se trata.

Como ves la contratación de un hosting y dominio web no se trata de algo complicado pero que si requiere su tiempo de investigación, pruebas y seguimiento.

Al final se trata de un trabajo que los clientes finales sabrán agradecer, posicionará tu imagen como profesional responsable y por supuesto de compensará a varios niveles.

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