Revista Talentos
Elección de la partitura de acciones perfecta. Johnny Depp
Johnny tiene la cualidad perfecta para diseñar la mejor partitura de acciones que conviene a su personaje. Es un actor que revienta la pantalla con solo aparecer en ella transmitiendo tal cúmulo de información del imaginarium del personaje que más parece un contador de historias que solo un actor. Es el contador de historias en acción y es un contador - actor que transmite la increíble capacidad de mostrar su máxima implicación en el juego, sin perder de vista, que quien controla el juego es él. Su trabajo tiene el especial encanto del mago que revela trucos sin contar el secreto que hará que tu creas en la magia.
Es un actor tan terriblemente técnico que sorprende la habilidad que manifiesta para elegir la mejor herramienta que le funcione, en el momento, pero sin olvidarse de jugar y ese es su más valioso secreto, la capacidad absoluta de juego con herramientas tan serias que ahogan a la mayoría de los actores que buscan desde dentro lo que Johnny estima jugar desde fuera sin olvidarse de enlazar dentro. Único secreto, pero llave maestra, por la que miles, darían la vida si pudieran poseerla.
Es el artista de circo enfrentado a resolver problemas físicos luchando contra el peso de la gravedad, mientras mantiene el equilibrio en la cuerda floja, asumiendo que debe, al mismo tiempo, manejar sus malabares, mientras da una cabriola que debe encajar en la frase correcta, con el gesto correcto.
Su partitura de acciones es un collage alucinante que aglutina signos, significados enredados con circunstancias externas, internas y subyacentes que cuenta en milésimas de segundo personalidades complejas, que aún metidas entre las risas de un personaje cómico, logran traspasar ojos medio cerrados, para contarte toda la historia que muere en segundos, ahogada en una visión que ya ha sido atrapada por el ritmo frenético que, el cine americano, imprime en el espectador.
Es el híbrido perfecto que logra unificar la historia de un cine mudo y un cine, que durante un tiempo, acompañó el trabajo de grandes animales escénicos. Y es el poeta, que todos los actores deseamos tener y que diseña las partituras de acciones con más sentido del glamour que alguien pudiera imaginar.
Dirás, está enamorada del eterno adolescente y tendrías razón, pero no es su físico lo que atrae mi atención. Si de Malcovich me enamora su imposible inteligencia, de Depp me enamora su exquisito gusto adolescente para demostrar buen gusto allí en lo que toque. Es el adolescente que se resistió a perder la inocencia en el diseño y desarrollo de la expresión de lo más feo, lo más bonito y lo tortuosamente normal.
Podía haber elegido un infinito número de escenas colgadas en internet y cada una daría para hablar de la exquisita forma en que interrelaciona el juego con innumerables fórmulas técnicas pero al final, termino mostrándotelo, en un momento, donde habla con actores y pretende ofrecer soluciones, no le escuchas y observa su gesto, en relación con las palabras que emite, no obtendrás clase más magistral de este monstruo, que ésta, porque este actor, si es monstruo, es porque solo está comprometido en encontrar la apoyatura que convierta el mensaje en veraz y para ello utiliza miles de detalles de entre sus experiencias y pone en juego infinidad de herramientas técnicas para transmitir correctamente el mensaje que tiene en mente.
Si algún actor hizo suyas todas las técnicas que trabajó, ese es Johnny.