Esta mañana he estado en el Fórum Europa con Florent Marcellesi, candidato por EQUO en las Elecciones al Parlamento Europeo del próximo domingo. El acto está organizado por Nueva Economía Fórum y patrocinado por Asisa, BT y Red Eléctrica de España (REE) y se celebra en el Hotel Ritz de Madrid. En un espacio que sirve de manera habitual para el lobby corporativo Marcellesi ha hecho una crítica del actual modelo económico y ha explicado la necesidad de apostar por un modelo ecológico. Os cuento.
La idea de Equo es encaminar Europa hacia un proceso constituyente. Preguntar a la ciudadanía qué idea tiene de Europa y cómo quiere que sea dicha democracia. Apuestan por una sociedad enfocada hacia las personas y no hacia los mercados como ahora está concebida la Unión Europea (UE).
Con mis respetos por todas las opciones (o mejor escrito, por todas las opciones de las personas), pienso como he escuchado esta mañana que los dos partidos mayoritarios (en España y en la UE) han dado muestras sobradas de incapacidad para cambiar de rumbo.
Equo es un partido poco al uso pues se nutre de activistas sociales como el Juantxo López de Uralde, ex director de Greenpeace España o el propio Florent, un francés muy implicado en los movimientos ecologistas. Claro que también hay otras personas que han llegado de la política “convencional”.
Creo como el sociólogo Sami Nair que urge cambiar Europa y que esta sea la de los pueblos y sus ciudadanos. Equo es quizá uno de los proyectos que antes ha elegido a sus candidatos en elecciones primarias y abiertas, un ejemplo de coherencia para un partido que pide más democracia y que esta sea participativa. Yo pienso que un partido moderno no debería estar para copar el poder y las instituciones sino para poner estas al servicio de las personas y controladas por las mismas.
Los modelos liberal y productivista han fracasado y tenemos una crisis social y ecológica sin precedentes. Buena parte de la ciudadanía, no sin razón, desconfía de los partidos al uso, de la UE y de la política en sí. El Poder ha de estar encantado de que esto sea así.
La alternativa pasa por un cambio de modelo hacia uno basado en una economía sostenible y no centrada en el hiperconsumo: energías limpias; ahorro y tender a la autosuficiencia; agricultura ecológica; reparto de la riqueza; recolocación de trabajadores de sectores “marrones” en sectores “verdes”; economía del bien común. Recuperar la ética.
La transición a un modelo así desde la posición en que estamos ahora tiene un precio elevado. Sí pero plantearos cual es el coste de NO hacer nada. Independiente de lo que uno piense o vote (o pase de votar) lo cierto es que la Unión nació económica y sigue siéndolo para beneficio de elitistas minorías. Esto no es democrático y lo que de nuevo estará en parte en juego el domingo será la construcción de una Europa social.
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