JR Mora
Escucho por todas partes que lo mejor para España es que el Gobierno anticipe las elecciones generales. Los principales medios del país, de un color u otro, ya lo piden a voces. Todo el mundo se ha sumergido de lleno en la vorágine del Partido Popular que ha terminado por convencer que el actual Gobierno es interino y que está desgastado, que despejar el panorama sería lo mejor, que un cambio de timón es lo que hace falta…
Cierto es que el desgaste existe y que la situación es más que difícil. Pero ahora yo me pregunto: ¿qué ofrecen esos que se desgañitan pidiendo elecciones anticipadas? Por ejemplo, el señor Rajoy. A mí me recuerda a esa estrategia que durante meses usó el señor Aznar cuando Felipe González gobernaba y le decía eso de “váyase señor González”. Mucho lirili y poco lerele. Ya que a la hora de la verdad cuando le piden propuestas reales para gente real este pone cara de “yo no sé nada de los trajes ni conozco a ningún Camps“.
Y es curioso que todo el mundo pida elecciones anticipadas porque no tenemos un Gobierno fuerte cuando eso no es así. Nos gobierna Ángela Merkel con mano de hierro, imponiendo recortes y medidas austeras desde su férreo euroescepticismo. Nos gobiernan los mercados con mano dura imponiendo sus condiciones de juego. Nos gobiernan los bancos que nunca caerán en el olvido de los estados. Nos gobierna el neoliberalismo más feroz jamás conocido.
Ante esta tesitura lo mejor podría ser agotar la legislatura ya que con el azote de las especuladoras agencias de calificación golpeando las maltrechas rodillas de la economía española no sería lo más conveniente enfrascarnos en una campaña electoral, un verdadero gobierno interino, disolución de las Cortes y todo ese largo etcétera que conlleva la fiesta de la democracia. Esa fiesta en la que los ciudadanos participamos una vez cada cuatro años. Ese momento en el que los políticos se acuerdan de todos nosotros.