Elegia a Pincho Umbral: Mortal y Rosa.

"Soldadito rubio que mandaba en el mundo te perdí para siempre". Francisco Umbral "Mortal y Rosa".
Existen elegías llenas, plenas de dolor, con esa completitud vasta del sentimiento que en pura catarsis te vacuna pero no sin pasar una corta enfermedad de un dolor sin fin. Las académicas coplas a la muerte de mi padre de Jorge Manrique, del que tomo prestado el nombre del blog, o la del amigo Ramón Sijé de Miguel Hernández como las más conocidas y cantadas nos recuerdan, con agreste cercanía, las pérdidas que hemos tenido. Siempre mal digeridas, siempre más aceptadas siempre observando con mirada torva a un cielo que ni dio justificaciones ni permitió preguntas.Dentro de estas elegías imperdible, pero sin pertenecer a la poesía, incorporo un libro completo. "Mortal y rosa" de Francisco Umbral. La muerte contada de su hijo Pincho por leucemia que sumió al escritor en una tristeza más allá de las fronteras del concepto y le dio por pura terapia y por gusto del escritor razón para algunos de los párrafos más valiosos de la literatura del idioma que maltrato en este momento, y donde el amor al hijo muerto tiene más y más profunda emoción. Es el libro que recomendaría pero que jamás prestaría a alguien en la tesitura de llorar una muerte cercana, es demasiado vívido, pero que debe estar en los anaqueles y anales de los libros útiles: es catársis en gran dosis.Poesía, sentimientos, personas, libros, vida. Recuerdos del día de mañana.
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.