ya no soy una mujer silenciada, puedo
ya no puedo echarle la culpa a un hombre
al trabajoa la falta de tiempo o dinero
¿querés escribir? –me dije–
vas a escribir, entonces,sin quejarte
sin victimizarte
y cuando puedas
donde puedas
es así que entre las 7.30 y las 9.0 de los domingos,antes de entrar a mi segundo trabajo
me siento en el bar y lo hago:
un ejercicio solitario y un poco clandestino
por una hora y media mi cuerpo es una casa que arde
el caleuchela casa de los locos
las ventanas dan al infierno
el patio, el corredor con geraniosdan al infierno
después me pongo el uniforme
y la que fui por un ratome saluda por las ventanas
el muñón, la cabeza ardida
y soy otray soy otra
Elena Anníbali (Oncativo, Córdoba, 1978), La casa de la niebla. Ediciones Del Dock. Buenos Aires. 2015.