Hablé de Elia hace un año. Elia es uno de esos regalos que de vez en cuando un profesor se encuentra en las aulas: un cúmulo de cariño y un derroche de imaginación desbordante, algo así como un puntito de luz en medio de las clases.
Y alguno podrá pensar claro, claro: como siempre, la profesora hablando de sus mejores alumnas. Pues no: a ella le costó mi asignatura y en general fue poco a poco. Lo cual era lógico, porque su mente y sus intereses andaban, claramente para todos ,por otro lado. Pero sí, fue buena alumna en otros aspectos, porque derrochaba -y supongo que lo seguirá haciendo- transparencia por todos lados
Hoy veía en su blog un vídeo de uno de sus últimos trabajos, que no puedo más que dejar aquí: