En un futuro no muy distantes, las computadoras personales (Persocom) han evolucionado tanto en su software como en su hardware. Ahora son creadas con cuerpo de hombres o mujeres y hay para todos los gustos, desde una pequeña de bolsillo hasta una que sea capaz de emular a una sirvienta al mismo tiempo que una computadora. En medio de todo esto, un estudiante de preparatoria se encuentra una Persocom en la basura y decide conservarla a pesar de que su disco duro estaba borrado. Poco a poco y mediante la convivencia se termina enamorando de ella para descubrir que su historia no es única y que se ha abierto un gran debate en la sociedad sobre la evolución de las relaciones interpersonales, donde ahora la gente interactua más con sus computadoras que con otras personas.
Esta no es exactamente la trama de la nueva película de Spike Jonze, pero se parece. La historia que les acabo de contar es de un ánime japonés llamado Chobits, publicado en 2001 (y uno de mis favoritos). Como se darán cuenta, la idea no es tan nueva, pues nos viene persiguiendo desde que el internet dio el salto a todos los hogares y dejó de ser un lujo de gente rica. Lo que si es nuevo, es la manera de presentar la historia a la gente, mediante Theodore (un fantástico Joaquin Phoenix), quien es un hombre divorciado y que vive en soledad y sobrelleva el día a día de una manera triste y solitaria, hasta que conoce a Samantha, el nuevo software que compró para su computadora. Sam (la sexy voz de Scarlett Johansson) es un conjunto de programaodres que va creciendo y va enamorándose de Thedore a la vez que surge toda una enorme cuestión de metafísica (en la que afortunadamente no profundiza el guión para no hacerlo aburrido), sobre si pueden o no generar su propia conciencia las computadoras.
Así, nos metemos en una hermosa historia de amor a la vez que jugamos con la tecnología y nos hacemos miles y miles de preguntas. ¿Hacia donde va la humanidad? ¿Hacia donde va el amor? Cada quién puede
dar su definición y ese es un interesante debate que se abre: ¿estamos o no de acuerdo ante el romance de Theo y su computadora?. Cada quién tendrá sus argumentos, pero lo que no podemos negar es que Her es una hermosa e imperdible película romántica que todos debemos ver y pensar un poco acerca del amor. Nominada a mejor película (en donde tiene nulas posibilidades), a mejor guión (en donde esperemos que gane), mejor soundtrack -maravilloso Arcade Fire- además de canción y diseño de arte.
Calificación: