LOS RECOVECOS VITALES.-
Dentro del cine proveniente de geografías calificables como lejanas, o exóticas, hay una rama, o vertiente, que siempre suele despertar un interés muy peculiar, y que es ésa que me gusta denominar como cine “intoxicado”; hablamos de esos films en cuyas producción y/o autoría concurren tanto elementos de esa periferia territorial como otros de ámbitos más cercanos, dando, con ello, origen a una especie de híbridos en los que cabe apreciar la huella mezclada de mundos culturales bien diversos. ¿Ejemplos...? Films como “El olor de la papaya verde”, de Ahn Hung Trahn, “El vuelo del globo rojo”, de Hou Hsiao-hsien; o las películas de Fatih Akim, serían buenas muestras de este cine al que hago referencia. Y en él vendría a inscribirse una película como “Ella, una joven china”, co-producción chino-británica (aunque con participación, también, franco-alemana) acogida al “marchamo Sundance”, y centrada en la nada plácida peripecia personal de su protagonista, Li Mei, ésa a la que el título hace explícita alusión, y que se embarca, a caballo entre las decisiones propias y los golpes de timón que el destino le va propinando, en un viaje iniciático cuyo recorrido no sólo es físico, sino, sobre todo, emocional.
De ese viaje iniciático cuyos diversos hitos van constituyendo los elementos argumentales sobre los que la directora Xiaolu Guo construye la historia —al parecer, con fuertes concomitancias personales respecto a su propia trayectoria vital—, no les daré mayores detalles (para no chafarles la posible experiencia), pero, ¿a quién no le suena el planteamiento? Serán, pues, la habilidad y el buen pulso en el trazo las que habrán de determinar si una producción como ésta, a la que si hay algo que no le falta es una “dosis de caballo” de interculturalidad, termina por alcanzar un hueco relevante y digno de recuerdo entre el aluvión de propuestas que, con un armazón argumental similar, nos llegan cada año a las salas oscuras de la vieja Europa; o, por el contrario, acaba engrosando la larga lista de empeños voluntariosos pero incapaces de trascender la condición de “fruta de temporada” sin mayor valor añadido. Algo en lo que también habrá de tener influencia, y no poca, el desempeño de su protagonista, Huang Lu, la joven actriz sobre la cual, guión obliga, recae el mayor peso en el rubro interpretativo del film: una oportunidad espléndida para el lucimiento, desde luego, pero siempre y cuando se esté a la altura exigible. ¿La comprobación? Muy pronto...
PRONÓSTICO: me temo que no habrá opción...