Revista Insólito

Emergencias en un ascensor

Publicado el 18 mayo 2011 por Jias

Según nos cuenta la Wikipedia, un ascensor o elevador es un sistema de transporte vertical diseñado para movilizar personas o bienes entre diferentes niveles, de los cuales se instalan dos tipos fundamentalmente: el electromecánico y el hidráulico.
La primera referencia de un elevador se hace en obras del arquitecto romano Vitruvius, donde cuenta que Arquímedes había construido un elevador, probablmente alrededor del año 236 a.C. En otras obras literarias se menciona que eran cabinas sostenidas con cuerda de cáñamo y accionadas a mano o con ayuda de animales, y supuestamente fueron instalados en el monasterio del Sinaí, en Egipto. En 1857 se instaló el primer ascensor de pasajeros en un gran almacén ubicado en la avenida Broadway, esquina calle Broome, en la ciudad de Nueva York. Eso sí, movido a vapor, este ascensor subía 5 pisos en menos de un minuto, cuando hoy, por ejemplo, los ascensores de la Sears Tower en Chicago, se deplazan a una velocidad de más de 400 metros por minuto.
No obstante y por suerte, la tecnología ha avanzado mucho desde entonces, haciendo posible mejores dispositivos de seguridad, pero aún así, ya vimos en otro artículo que en 1945 se estrelló un ascensor en el Empire State Building sobreviviendo su ocupante a una caída de 75 pisos de altura debido a un accidente aéreo. Es por ello, que quizás vemos en las películas tantas escenas de ascensores en caída libre desplomándose y explotando tras el impacto con la base del hueco del mismo, hecho que puede provocarnos cierta histeria o pánico a los elevadores. Quién no ha pensado alguna vez mientras te desplazas verticalmente ¿qué harías si se cae ahora el ascensor?, ¿qué pasa si se rompen los cables del ascensor?. Primero, veamos cómo funciona un ascensor...

¿Sabías qué ocurre si los cables de un ascensor se rompen?

Ascensores hidráulicos.

¿Sabías qué ocurre si los cables de un ascensor se rompen?

Sistema de guías de un montacargas.

En un ascensor con sistema de cable, los cables de acero van sujetos a la cabina formando una especie de polea en la parte superior del hueco del elevador y compensados por un contrapeso. Los cables los mueve un motor eléctrico que mueve la cabina a través de un sistema de guías verticales instalados a través de toda la cavidad. Normalmente cada ascensor está compuesto por entre 4 y 8 cables de acero bobinados entre sí, siendo capaces de soportar el peso del ascensor por sí solos, por lo que no pasaría nada si se rompe un cable, dos, tres, o siete...al octavo...bueno, para eso están los controles de los inspectores que los examinan periódicamente para comprobar su desgaste y que no ocurra. Supongamos que se rompen todos los cables a la vez. Entonces, se activarían los sistemas de seguridad del ascensor.

¿Sabías qué ocurre si los cables de un ascensor se rompen?

Tumbarse en el suelo y cubrirse la cabeza
en caso de caída del ascensor.

En primer lugar, el sistema de frenado hace que un sistema de palancas accione unas cuñas o rodillos que se encuentran en una caja junto a los raíles por los que se desplaza el ascensor, mordiendo éstas a las guías, y controlando así su velocidad, tanto en descenso como en ascenso para los ascensores de media o alta velocidad. Si esto fallase, además, existe un cable que acompaña a la cabina en todo momento absolutamente independiente de los cables de tracción, es decir, no interviene en la sujeción de la cabina y el contrapeso, en la polea superior se produce la detención brusca del cable cuando la velocidad de dicha polea supera el 25% de la velocidad nominal.
Si tampoco esto funciona, entonces empezaría tu caída libre sin control, con una fuerza tal que simularía estar en ingravidez, y te acordarás seguramente del estado de Elisha Otis, quien inventó este sistema de seguridad en 1853. Pero, por suerte, eso no va a ocurrir debido a que los ascensores por cable disponen de un amortiguador incorporado situado en el foso (parte inferior del hueco del elevador), una especie de pistón cuyo interior está relleno de aceite, destinado a absorber y amortiguar los impactos.
Nota: Decir que el caso de caída libre, nunca nos estamparemos contra el techo, puesto que la fuerza de la gravedad es la misma para el ascensor y para la persona, siendo la fuerza de rozamiento con el aire lo único que podría ralentizar tu caída más que la del ascensor, pero al estar en el interior del mismo, evitarías ese rozamiento, estando en todo momento con los pies en el suelo. Lo mismo ocurriría en el caso de un avión.
Nota: Si en alguna ocasión te encuentras en ésta situación, se recomienda tumbarse en el suelo para así distribuir la fuerza del impacto sobre todo tu cuerpo y no sobre una única parte.
FUENTES: [1] [2]


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