Revista En Femenino

Emociones positivas en los niños enfermos

Por Pequelia @pequelia

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Un estudio sobre el efecto de las emociones positivas en niños enfermos nos muestra lo importante que es satisfacer los deseos de los niños que sufren alguna enfermedad y que están hospitalizados. Con esta actitud se consiguen generar beneficios muy positivos, tanto para los niños como para los padres, logrando ampliar y aumentar el espíritu de lucha y a la vez, desterrar miedos. Los expertos indican que los beneficios se prolongan varios meses después de haber superado una enfermedad.

Se trata de un trabajo pionero en nuestro país llevado a cabo por Fundación Pequeño Deseo, que ha contado con la colaboración del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, la Universidad Complutense de Madrid y el Colegio Oficial de Psicólogos de la capital española. Cuando un niño está enfermo y se le puede conceder el deseo de poder conocer a uno de sus ídolos, poder pasar un día en un delfinario y nadar con los delfines, ser policía por un día… en definitiva cualquier deseo que tenga el pequeño y que se pueda materializar, se traduce en un efecto muy positivo, además de lo destacado, los niños experimentan un descenso de la hostilidad, las emociones negativas, la fatiga, etc. Los expertos indican que este trabajo no hace más que confirmar científicamente lo que ya se sospechaba.
Para constatar las emociones positivas y sus beneficios en los niños, en el estudio se trabajó con un grupo de niños con edades comprendidas entre los 5 y los 18 años de diferentes hospitales madrileños, eran niños que sufrían enfermedades crónicas o un mal pronóstico. Se pretendía evaluar el beneficio de cumplir los deseos de estos pequeños y cuánto tiempo duraban, también se pretendía determinar si se obtenía una mejora en lo que respecta al proceso médico. Se formaron dos grupos, al primero se les intentó satisfacer los deseos que tenían, el segundo grupo era de control, como si se tratase de un placebo. Al finalizar el trabajo se compararon los resultados entre ambos grupos.

El estudio confirma que con la satisfacción de deseos, las emociones positivas predominan mayoritariamente en todas las evaluaciones, y no sólo en los niños, también en los padres. Esto es algo lógico, cualquier padre se alegra de ver a su hijo contento y feliz. Los psicólogos indican que el cumplimiento de deseos es como un bálsamo que cambia la percepción, las emociones, el estado anímico, etc. Parece ser además, que dependiendo del tipo de deseo cumplido, los beneficios se cuantifican en mayor o menor grado, así, todos aquellos deseos relacionados con visitar o conocer, ofrecen un mayor nivel de emociones positivas, mejor calidad de vida y mejor dominio de la enfermedad (se sobrelleva mejor). Estos efectos se llegan a prolongar nueve meses después de haber cumplido el deseo especial del pequeño, parece ser que en los niños que viven el cumplimiento del deseo con más intensidad, los efectos beneficiosos del cumplimiento de deseos se prolongan mucho más tiempo.

A todo esto hay que añadir que los padres informaban a los especialistas de que los niños tenían menos síntomas físicos derivados del tratamiento que recibían para combatir la enfermedad. El estado anímico contribuye a la recuperación y eso es algo que se sabe desde hace mucho tiempo, recordemos que se trabaja para que los hospitales no sean tan fríos y ofrezcan un ambiente más agradable para los niños, quizá esto no tenga el mismo impacto que el cumplimiento de un deseo pero también ayuda.

Seguramente estos resultados ayudan a replantear que dentro de los tratamientos para los niños enfermos se debería incluir el intentar satisfacer deseos, conocer a su ídolo favorito, un futbolista, un actor… poder disfrutar de una comida especial que ha deseado mucho tiempo, disfrutar de un día en un parque de atracciones, claro que todo dependerá del tipo de deseo y del tipo de enfermedad, pero siempre se puede cumplir un deseo especial. Los resultados saltan a la vista, afrontan la enfermedad con más optimismo, tienen más confianza en el personal sanitario, es como si se olvidaran de la enfermedad y todo ello se contagia a los padres, sin duda, es una gran satisfacción.

Vía | ABC
Foto | eh3k

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