Hoy he estado ordenando los libros de cocina. No sé si ponerlos por orden alfabético, por autor, por temática o finalmente combinarlos por colores. Pero por los colores de las banderitas que adornan sus páginas. Pequeños post-it que voy colocando en las recetas que algún día prepararé...
Aunque algunas veces me inspiro en alguna receta, normalmente me gusta darle mi toque personal. Creo que nunca jamas de los jamases he elaborado una receta siguiendo las indicaciones al pie de la letra. Aún cuando se trate de un postre en el que las medidas tienen que ser lo más exactas posibles, suelo cambiar algún ingrediente, no solo por cabezonería, que de esto también tengo, sino porque siempre se me olvida algo.
Creo que darle un toque propio a nuestras recetas, las convierten en más nuestras sin olvidarnos de dónde proceden.
Pongo por ejemplo estas empanadillas. No me he inventado nada, la empanada de bacalao con pasas ya esta muy manida, pero yo le he querido dar mi "toque" haciéndola en pequeñas porciones.
EMPANADILLAS DE BACALAO CON PASAS
Ingrs. para 25 empanadillas
300 grs. de bacalao desalado1 cebolla grande1 cucharada sopera de pasas Borges (sin pepitas) 1/2 pimiento verde1 tomate aceite de oliva virgen extra cúrcuma
Para la masa: 400 grs. de harina de trigo125 ml. de aceite del relleno125 ml. de agua templada15 grs. de levadura de panadería1 cucharadita de sal
Para la receta, utilicé unos cogotes de bacalao que una vez desalados me daba penita no haberlos dejado para otra preparación por lo gorditos que quedaron, pero ya estaba hecho.
Las pasas sin pepitas de Borges, las tuve una media hora en agua templada para hidratarlas.
En una sartén, puse 4 cucharadas soperas de aceite. Os parecerá mucho, pero luego lo vais a necesitar para la masa, así que no escatiméis en cantidad.Doré la cebolla muy lentamente sin que tomase color junto con el pimiento y el tomate picado. Unos 10 minutos a fuego suave es más que suficiente. Desmenucé el bacalao quitándole piel y espinas con cuidado. Añadí al sofrito de la sartén y revolví el conjunto. El pescado no deberá cocinarse mucho, ya que resultaría seco. Le puse también un poco de cúrcuma. Ultimamente lo estoy utilizando bastante, además de un poco de sabor, le da un color estupendo a los guisos y arroces. Y finalmente añadí el toque de las pasas ya escurridas.
Lo introduje todo en un colador grande para eliminarle toda la salsa que se acumuló durante la cocción.
Os sorprenderá el agua que suelta el pescado. Con este juguito vamos a preparar la masa. Si no fuese suficiente, añadiríamos agua templada hasta completar la cantidad. Dejamos enfriar el relleno.
Mientras tanto, ponemos la harina en un bol, en el centro hacemos un hueco donde pondremos, la sal, la levadura disuelta en el agua templada y el aceite del relleno. Con una cuchara vamos revolviendo e integrando la harina hacia el centro hasta formar una bola.
La ponemos en el mármol y seguimos amasando y añadiendo harina a medida que sea necesaria, siempre a poquitos, de lo contrario obtendremos una masa como una piedra de dura.
Dejamos reposar la masa y cuando doble su volumen ya podemos estirarla y cortarla.
Cuando tengamos los círculos listos, les ponemos una cucharada sopera del relleno en cada uno. A mí me han salido 25 con un diámetro de 6 cms.
Cerramos por el método tradicional; es decir, presionando con un tenedor por todo el borde.
Ponemos abundante aceite a calentar y freímos las empanadillas por tandas. Dejamos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Nota: no penséis que nos las hemos comido todas (aunque con lo buenas que estaban no sería de extrañar). He envasado al vacío las que sobraron para una próxima ocasión. Pero tened la precaución de congelarlas primero si no queréis ver como se espachurran..
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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LA COCINA DE LECHUZA