Quiero empezar el año con esta reflexión.
Lo primero que debe cambiar es tu apreciación de que no va contigo.
Tu sentimiento de que no está en tu mano.
Cada vez que ese amigo hace el chiste que ridiculiza o cosifica.
Cada vez que la risotada humilla y degrada.
Cada vez que los ojos no miran, incomodan.
Cada vez que ríes cómplice.
Cada vez que callas.
Cada vez que toleras.
Empieza por ti.
Educación y respeto.
Hoy más que nunca.
Quizá así mañana no habrá nada por lo que sentir miedo.
Quizá así mañana se acabe la lacra.
Empecemos hoy.