Llevo mucho tiempo sin escribir debido a la preparación de los exámenes de la UNED pero me he propuesto hacer un alto para tocar un tema que cada vez es más recurrente y empieza a generarme hartazgo: el emprendimiento que nos están metiendo por los ojos.
No hay semana del año en el que no haya algún evento enfocado a los emprendedores, ni una, oye. Que si una jornada de formación por aquí, que si una conferencia de un experto por acá, ahora nos marcamos una de networking molón, ahora otra de motivación, ahora montamos un foro de inversión, ahora el premio a la mejor idea a desarrollar en Silicon Valley, y así...
El caso es que, sea lo que sea lo que se cueza para "estimular" el emprendimiento, porque ahora parece que si trabajas por cuenta ajena es porque eres un cobarde o un tonto del culo, siempre se da un enfoque falso de lo que es, y debería ser, un emprendedor.
Ser emprendedor NO es una profesión, a ver si dejamos esto claro, ser emprendedor es una ACTITUD, una forma de ver y enfocar las cosas, ni mejor ni peor que otra, es, simplemente, diferente. Y si queremos que la economía crezca, que se genere valor y empleo, y que salgamos de esta de una puta vez, necesitamos empresarios, QUE NO ES LO MISMO. Los empresarios son emprendedores, pero no es siempre así a la inversa, no prostituyamos los términos.
Y si queremos formar empresarios, ya basta de meter a gente a escuchar mitines de business angels y de pelmazos del social media, eso no sirve para nada, lo que hay que hacer es dar formación de valor que prepare a una persona para la que se le viene encima cuando haya que gestionar una empresa. Un empresario tiene que saber de marketing, de gestión de equipos, de aspectos contables, de aspectos jurídicos, de comunicación, de innovación, y de un montón de cosas más. Meter a un futuro empresario en una charla del exitoso de turno es una indecencia improductiva y estéril.
Aun recuerdo los cursos de formación de emprendedores que se daban hace 12 años en Bizkaia a través de las agencias de desarrollo, duraban 6 meses, eran presenciales, los impartían profesionales con años de experiencia, y se tocaban TODAS las cuestiones que un futuro empresario debe conocer. Yo recibí clases directas de un asesor laboral, de otro fiscal, de expertos en ventas, de expertos en TIC, de expertos en comunicación y no sé de cuántos más. Y eso sí que me ayudó, y mucho, supuso un gran valor para mí porque me daban consejos sobre cuestiones que luego me iba a encontrar en el día a día, incluso me llegaron a anticipar cosas que me iban a pasar y yo no me tomé en serio... y luego me pasaron. Era la VOZ DE LA EXPERIENCIA con mayúsculas. Asi que, por favor, que alguien recoja el testigo y se ponga a forma empresarios en serio porque esto ya va cogiendo una deriva peligrosa.
Y una última cosa: un empresario no crea un negocio para acelerar su crecimiento sin tener un modelo de negocio definido, y al de un año venderlo y dar el pelotazo. Un empresario no busca el "exit" sino el "enter". La casilla de salida la buscan los especuladores cuyo perfil, casualmente, es el que mejor define hoy día a los emprendedores que se pasan dando la vida lecciones en conferencias.