La semana pasada compartía el resumen de las charlas que había coordinado en el #BeMarketingDay2014 sobre marketing digital. En la mesa de emprendedores se dijo que se emprende a tiempo completo, con dedicación absoluta. Esta afirmación, que hemos oído y leído miles de veces, es cierta … en parte. Me pregunto ¿incapacita como emprendedores a los que tienen un trabajo a tiempo completo o tienen otra fuente de ingresos principal? ¿Y los que emprenden varias cosas al mismo tiempo, aunque “sólo” sean dos? ¿que ocurre con todos los proyectos que no consiguen financiación para acciones de marketing que les permita un rápido crecimiento y viven medio aletargados?
Primero de todo, es evidente que emprender con una dedicación absoluta tiene sus claras ventajas: focalizas todos tus esfuerzos en un tema. Si no funciona nunca se podrá decir que fue por no estar por el tema y si consigues financiación puedes validar tu modelo con mucha más celeridad (y normalmente solo conseguirás financiación externa si tu eres el primero que se moja. Evidentemente). Y, además, no lo pondré en duda porque todos los grandes emprendedores coinciden y no les llevaré yo la contraria porque, evidentemente, no tengo su bagaje.
Pero la realidad es que hay mucha gente que no puede permitirse el lujo de ser emprendedor a tiempo completo porque necesitan los ingresos y hay proyectos que no consiguen financiación por muchas razones (al emprendedor no le interesa; los inversores no creen en él; no están suficientemente maduros; hay más proyectos que dinero; etc.). Yo soy de los que tienen una fuente de ingresos principal, mi trabajo como profesor y asesor de Marketing Digital, y al mismo tiempo estoy emprendiendo en un proyecto, drakks.com, que requiere de recursos de todo tipo para crecer y mostrar si el modelo es viable o no.
Estoy aprendiendo de “emprender a tiempo parcial”, a lo que sumo lo que aprendí de otros emprendimientos más de autónomo-empresa, mentorings con otros emprendedores en estadios muy diversos y lo que voy recopilando de hablar con muchos en mi misma situación y éstas son algunas de las conclusiones que saco desde el punto de vista de la gestión inicial del proyecto:
- El equipo. Tu no puedes dedicarle 12 horas al día, pero la suma de 5 horas por 4 personas da 20 horas diarias dedicadas al proyecto. Mejor que nada. Varias personas trabajando permitirán que el proyecto no dependa del tiempo disponible de una persona y, de algún modo, estará siempre activo. Yo creo que un buen número para empezar estaría entre 3 y 4 personas con distintos niveles de implicación.
- Las funciones. Importantísimo tener claro quien hace qué y cómo. Si esto ya es importante en una empresa consolidada, en un modelo donde probablemente no te ves con el resto del equipo de manera continua, saber quien hace qué y no meterse en esa área, es vital. Vital también encontrar perfiles complementarios, cada uno bueno en un tema crítico para el proyecto.
- Hay que equilibrar los que tienen empleos flexibles, autónomos o emprendedores, de los que tienen trabajos de los de fichar. Los flexibles podrán empujar más que los fijos en un momento dado, pero si todos tienen un trabajo full time hará difícil encontrar momentos para verse y al mínimo fallo, adiós. La flexibilidad de horarios en una parte de los socios es importante para lo que viene en el punto siguiente.
- El contacto físico. Es importante encontrar un espacio donde los promotores se pueden encontrar y charlar sobre el proyecto. No vale siempre un bar… eso puede estar bien una vez a la semana para “descongestionar” pero también hay que buscar un espacio de reuniones formales. Yo abogaría, de mínimos, por una reunión informal a la semana, almuerzo o cerveza, y una reunión formal. Aquí vuelve a cobrar importancia el número de socios/promotores ya que igual es difícil coordinar la agenda de dos pero será más fácil conseguir un quórum del 75% de los socios.
- Personalmente cada socio tiene que buscar X tiempo al día de dedicación absoluta al proyecto. En mi caso estoy, sí o sí, dedicando 3 horas diarías de manera muy estricta. Hasta hace poco le dedicaba tiempo de manera flexible, pero ya no. Creo que si cada día me concentro de 10h a 13h, soy más productivo y mejor para el proyecto. En ese tiempo no computa que me ponga a responder un mail a las 21h o que un domingo me toque ir a una carrera, eh? Y si un día no se puede porque la otra actividad te absorbe 100%, ¡¡ese tiempo hay que recuperarlo!!
- A la hora del marketing, todos ayudan. Especialmente si los recursos económicos no permiten la contratación de campañas de comunicación. Cuando se trabaja con marketing de guerrilla, impulsado ventas vía uso de medios sociales, por ejemplo, todos tienen que utilizar sus perfiles personales para mover las cosas importantes del proyecto.
- Trazar un plan. Hacer un plan de negocio es importante, pero tenerlo “faseado” lo es más. Como tus recursos de tiempo disponibles son limitados, no llegarás a todo. Así que fija lo que es más importante en los próximos dos o tres meses. Luego lo mismo en los siguientes. Y así sucesivamente. Pequeños-grandes retos que se vayan trabajando entre todos. Por eso, de nuevo, las reuniones de trabajo del equipo son valiosísimas.
- Comunicación e información entre el equipo. Aún no somos una “empresa normal” y todos hacemos un poco de todo, con más ilusión y pasión que otra cosa. No podemos pretender tener las normas de una gran corporación. No tiene sentido. Todo será un pelín más caótico quizás y por eso es vital que todo el mundo este informado en todo momento de los avances del resto, vía email, reuniones por skype o manteniendo un espacio común en Internet tipo Google Sites.
- Formación y Networking. Hay que mantenerse al día de las cosas que no dominas y formarte en como funcionan aspectos que quizás en tu empresa no tenías en cuenta porque era/es negociado de otros es importante. Mantén la curiosidad por ir conociendo pequeños aspectos que no dominas. Y en formar entra no solo cursos sino charlas, píldoras o quedar con alguien para intercambiar conocimiento. Y en segundo lugar networking para seguir sintiendo el gusto emprendedor y no desfallecer. No solo para ir completando tu agenda de contactos que puedan irte bien para que les contrates para que te hagan algo, sino para ir viendo y tomando ideas de como lo hacen otros en tu misma situación, aprender y mejorar. Eso que algunos llaman formar parte del ecosistema emprendedor (que me encanta, eh?).
Seguro que me dejo alguna cosa más. Normal, aún estoy muy al principio. Si lo reescribo dentro de un año será más largo … o más corto, quien sabe. Otro día os contaré mi experiencia sobre el mismo tema pero ya en el plano de acciones de marketing concretas y, quizás también, de la parte de operaciones.
¡Que tengáis un feliz (resto) de semana!