En Arabia Saudita ser ateo es como ser terrorista.

Así es, amable lector, loco pero terriblemente así de cierto. 

Con el objetivo de eliminar toda posibilidad de disidencia política, el rey Abdullah de Arabia Saudita proclamó el diecinueve de abril de dos mil catorce una serie de leyes que, en algunas de éstas, deja claro la definición de que los ateos son terroristas.La propuesta de las leyes inició en enero de dos mil catorce y pese a que Human Rights Watch publicó en marzo de dos mil catorce un informe sobre los abusos de las propuestas de ley éstas procedieron sin problema. Éstos decretos crean un marco legal que criminaliza todo pensamiento o expresión disidente catalogándolo como terrorismo; las variaciones de pensamiento incluyen cargos como romper la lealtad con las leyes, difamar la religiosidad -ateísmo, entre otros-, sembrar la discordia además de intentar romper la seguridad interna al convocar manifestaciones. De acuerdo al Times de la India las leyes fueron motivadas buscando hacer frente al número de saudíes que viajaron a Siria para tomar parte de la guerra civil en el país árabe; éstos ciudadanos regresaron -justifica el rey- con nuevas ideas en pro de derrocar la monarquía. Así pues, Abdullah condenó con el Decreto Real la participación en hostilidades fuera del reino como acto terrorista castigando sus actos con entre tres a veinte años de prisión. Cabe mencionar que Salon.com, quien rescata la nota, -de donde leí el artículo original- titula la noticia sobre las nuevas leyes como que éstas catalogan de terroristas a los ateos pero la legislación aplica no únicamente a ésta corriente de pensamiento sino a toda, y a aquellas creencias, contrarias a la religión del Estado -Islam-. Se le titula así porque en el primer artículo sobresale sobre toda creencia o corriente de pensamiento contrario al reino al ateísmo pero al leer todos los artículos podemos darnos cuenta de lo amplio que, tristemente, es el opresor Decreto. Rescato un resumen de los principales artículos -que llaman terroristas a quien piensa diferente a lo que dicta el gobierno de Arabia Saudita- de las nueva leyes que fueron sacadas a luz por Human Rights Watch y en éstas se estipula a quién catalogar como terrorista: 

• Artículo 1: Se le llama al pensamiento ateo, en cualquier forma, o aquél pensamiento que ponga en duda los fundamentos de la religión islámica -en la que se basa el país- un acto terrorista.
• Artículo 2: Quien da la espalda a los gobernante del país o que jura lealtad a cualquier organización, corriente (de pensamiento), grupo o individuo fuera del reino.
• Artículo 4: Toda persona que ayuda a terroristas (entiéndase como ellos a organizaciones, grupos, corrientes de pensamientos, asociaciones, partidos) o que demuestre filiación con ellos, simpatía, promotor, organizador de reuniones dentro o fuera del país incluyendo la comunicación social en audio, por escrito, de manera visual, por medio de Internet, circulando contenido ó el uso de consignas de estos grupos y corrientes así como portar cualquier símbolo que demuestre simpatía con ellos.
• Artículo 6: Contacto ó correspondencia con los grupos o corrientes de pensamiento hostiles al reino. 
• Artículo 8: Se le llama terrorista a quien busca sacudir el tejido social o la cohesión nacional llamando a participar o incitando a protestas, reuniones o declaraciones de algún grupo no simpatizante con el reino en cualquier forma o quien dañe la unidad o estabilidad del reino en cualquier medio.
• Artículo 9: Asistir a conferencias, seminarios o reuniones fuera o dentro del reino dirigidas a la seguridad social o a sembrar la discordia en la sociedad.
• Artículo 11: La incitación a formar comités u organizaciones antagónicas al reino. 

Terriblemente vemos como, con éste tipo de legislaciones, la opresión de los gobiernos sigue vigente ampliando el yugo no solo a ideas políticas contrarias a las vigentes en los países sino en entidades con una religión Estado ésta sumisión -o intento de- se amplía también sobre los que creen o apuestan por ideas religiones -o falta de éstas- contrarias a lo que dicta el gobierno como oficial. Solo mencionar que aunque los promotores de leyes como las que le comparto, amable lector, sea un gobierno islámico, eso no quiere decir que el Islam -en el que se apoyan, de acuerdo a su interpretación- indique dicho tipo de categorización y opresión.
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Noticia leída en Salon y en Human Rights Watch.Gracias por leer y seguir al bLog de miguE.